Esta decisión no es aventurada, menos azarosa, sino que la siento como una medalla de distinción a mi larga carrera docente, como profesora y como obrera de la tiza y el pizarrón en colegios públicos de Salta.
Comencé en 1988, tomé posesión de mis horas y me sumé a todas las huelgas docentes de esos años. Con los compañeros dimos duras batallas en los ´90 en el Frente de Gremios Estatales, “cobramos estrellitas”. Con y junto a ellos aprendí y consolidé mi conciencia de clase, siempre en grupos docentes de izquierda trotskista.
De esos años a la fecha jamás falté a la cita cuando me convocó la lucha docente y los paros generales, siempre como una más del montón, como docente de base firme, como debe ser todo luchador de convicción.
Es un privilegio formar parte del FIT, en la lista del pre candidato a presidente Nicolás Del Caño y de Myriam Bregman, que va como vice, bajo el lema de “Renovar y Fortalecer al Frente de Izquierda”. Es una izquierda de lujo, en la teoría y en la práctica, intelectuales de sólida formación y luchadores de “carne y hueso”.
Sólo para nombrar algunos de los compañeros, como el docente y pre candidato a diputado nacional, Christian Castillo, y la pre candidata al Parlasur y fundadora de Pan y Rosas, Andrea D´Atri, ambos solidarios y fraternos.
Obreros que transpiran la camiseta de las ocho o más horas de trabajo, que saben de lo que hablan y defienden. También es un espacio político de destacado protagonismo y fuerza de las mujeres desde Pan y Rosas y de la juventud.
Como nos recuerda Juan Gelman: “la palabra es un arma de lucha”. Las batallas escritas se dan en los manifiestos de política y cultura, Ideas de Izquierda y La Izquierda Diario, con soportes virtuales y materiales, donde intelectuales-críticos destacados escriben sobre la barbarie del capitalismo: la explotación, la creciente miseria, alienación, guerras, masacres, la degradación de la cultura y la subjetividad, las catástrofes ecológicas.
Después de tantos años de vida y de lucha, creo haber encontrado mi lugar en el mundo político.“Ir del corazón a los asuntos”, como dijo Miguel Hernández, sin claudicar, es una tarea ardua. Espero estar a la altura del desafío. |
