Desde que Gabriel Boric se impuso en la primaria de Apruebo Dignidad derrotando a Daniel Jadue, el espacio político parecía abrirse a una candidatura más a “la izquierda” que la alternativa moderada de Boric. Desde entonces han comenzado una serie de especulaciones en torno a una eventual candidatura de la Lista del Pueblo, que han sido alentadas por ellos mismos.
Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso y ex militante del partido de Boric, sonó en su momento como candidato presidencial. Su movimiento “territorios en red” tiene una presencia importante dentro de la lista del pueblo logrando elegir dos constituyentes. Dicha posibilidad fue descartada por el mismo alcalde quien señaló que se estaba trabajando en un perfil territorial y ligado al movimiento de mujeres.
No ha sido fácil coincidir con un nombre que aúne las distintas sensibilidades dentro de la Lista del Pueblo, cuyas aguas han estado bastante revueltas esta semana. Las renuncias de una constituyente acusando que el grupo se había polarizado por estar “pactando con el PC”, se ha sumado una serie de contradicciones en las que han caído por el apoyo de algunos de sus integrantes a la golpiza que sufrió el candidato Boric en su visita a los presos políticos.
Las dificultades de la Lista del Pueblo no terminan ahí. Las restricciones antidemocráticas para la participación de independientes en las elecciones ha dificultado el camino para que puedan competir en las parlamentarias.
La incapacidad para formar listas ha reducido la cantidad de candidatos que podrán presentar para ser mínimamente competitivos, lo que ha generado una serie de fricciones como la bajada del influencer y ex actor de televisión “Another Brother” quien debió dar marcha atrás con su candidatura a diputado en el distrito 10. Todo esto considerando que queda solo un poco más de dos semanas para que se cumpla el plazo para juntar las firmas para inscribirse tanto en las parlamentarias como para las candidaturas presidenciales.
Los acontecimientos de estas semanas son síntomas de un problema más profundo. La Lista del Pueblo representó en la rebelión el descontento con los partidos de los 30 años así como las demandas de acabar con la estructura neoliberal del país.
Al poco andar dicho conglomerado se ha visto atrapado por las lógicas parlamentarias del régimen, que ha convertido a la convención en un espectáculo. La negativa de la izquierda reformista de discutir las demandas más profundas de la rebelión, ha transformado la discusión en un estéril debate sobre un reglamento que solo le ha dado tribuna a la derecha para recobrar fuerzas. La Lista del Pueblo se ha quedado sin respuesta a esta encrucijada.
La lista del pueblo no ha logrado escapar de esta lógica. Muchos de sus constituyentes electos afirmaron que no se sentarían a sesionar mientras continúan los presos de la rebelión. Sin embargo, cayeron en las maniobras parlamentarias del Frente Amplio y se conformaron con hacer una declaración sin efecto concreto. Rechazando de palabra el acuerdo por la paz, han terminado subordinarse a sus reglas.
Desde entonces no han sido capaces de contraponer un plan concreto de cómo se conquistarán demandas como la renacionalización de los recursos naturales, el agua, los derechos sociales, etc. Incluso cuando muchos constituyentes insisten en que tales “derechos” no pueden consagrarse por la convención. ¿Entonces de qué serviría todo este proceso?.
Sin organizar activamente asambleas en los lugares de trabajo, territorios, lugares de estudio, sin la movilización de las mujeres, pobladores, trabajadores y la juventud, el régimen neoliberal continuará cerrando filas para aplastar la rebelión. No tienen interés en hacer más concesiones y esperan el momento para pasar a la ofensiva. La lista del pueblo se ha visto entrampada en las tácticas parlamentarias que sirven para desgastar a quienes desean hacer transformaciones profundas.
La Lista del Pueblo se encuentra convocando asambleas para conversar sobre la constitución. Es necesario que estas asambleas se abran a todes quienes queremos pelear por conquistar las demandas de la rebelión. De esta manera trazar un plan para superar las trabas de la convención que impusieron los partidos del régimen y los empresarios.
Solo así podremos empujar una importante movilización para que las normas del acuerdo por la paz dejen de constreñir a la convención. Sin la fuerza de las calles caeremos en las trampas del régimen y nuevamente los partidos de los 30 años continúen perpetuando este sistema que nos condena a la miseria. |