Florencia Peña fue tendencia en redes sociales por aparecer en un listado de personalidades que habían realizado una visita a la Quinta de Olivos en mayo del 2020, cuando estábamos en fase 1 de la cuarentena. Los insultos para con la actriz y conductora fueron en todos los tonos.
“ En mayo nuestra actividad estaba muerta, sin permiso para poder trabajar. Con muchos compañeros empezamos a pensar qué hacer y algunos le pusimos el cuerpo. Y a mí se me ocurrió escribirle al Presidente un mensaje por Twitter pidiéndole una reunión”, relató.
Pero ante la difusión del listado con las visitas que el mandatario tuvo por entonces y las críticas que arremetieron contra ella y otras mujeres, la artista se preguntó “ ‘¿Por qué conmigo?’. Si estuvieron tantos nombres importantes, ¿por qué el ataque fue hacia ella solamente?.
Criticarla por su apariencia o por cómo viste son gestos que fomentan un discurso plagado de estereotipos y prejuicios por el simple echo de ser mujer. Y ese discurso, por si fuera necesario aclararlo, es absolutamente funcional para seguir reproduciendo el machismo.
Que la actriz Florencia Peña haya sido tendencia en TW, y el debate se haya viralizado también demuestra el nivel de machismo que existe y que dista mucho de que el patriarcado se haya terminado. La misoginia de ambos lados de la grieta no son novedades. La cosificación de las mujeres, el poner atención a si "son gatos" o no, el no cuestionar que en esa visita también habían hombres que fueron, se dan en una sociedad donde hay violencia machista, hay 100 mil llamadas por año a la línea 144 por violencia de género, por mencionar un sólo número.
La brecha salarial, la dependencia económica, la sobrerrepresentación en la precariedad y la pobreza, es lo que atraviesa la vida de la mayoría de las mujeres y la mayoría de las veces esta muy lejos de las luces mediáticas y las decisiones políticas de los Gobiernos para subsanarlas. |