Las imágenes hablan por sí solas. Quien las subió a su cuenta de Facebook es Estrella Orozco, hija de una de las mujeres agredidas por efectivos de la Policía de San Luis, que acompañó los videos con un texto que dice: “así tratan a mi mamá cuando quiere hacer una denuncia de violencia de género. Ésta se supone es la Policía que nos cuida”. Las imágenes no tardaron en viralizarse.
El hecho ocurrió en la seccional 29 de la Policía provincial, ubicada en el barrio La Ribera de Villa Mercedes.
Según denunció la propia mujer, su madre había ido a denunciar a su expareja y su propio hijo por agresiones.
El video muestra a uno de los policías queriendo arrebatarle el teléfono a la amiga de la denunciante que estaba filmando los maltratos. Luego, otro policía saca de la sala a empujones a la misma mujer (hecho que fue filmado por la denunciante).
Finalmente la acompañante registra un tercer momento, ya afuera de la sala. Primero se escucha a la madre de Orozco gritar “la Policía de La Ribera es amiga de Godoy Martín”, en referencia a su expareja. Luego, su amiga dice “es terrible cómo maltratan a las mujeres en este lugar, y uno que viene a hacer una denuncia por violencia de género”.
Cuando los videos se viralizaron y el escándalo se extendió en todo San Luis, el jefe de la Policía provincial, comisario general Darío Neira, tomó la decisión de pasar “a disponibilidad” a cuatro efectivos de la comisaría 29.
Son el jefe, el subjefe y dos oficiales de esa dependencia policial y, según fuentes de la propia Policía, la decisión de separarlos momentáneamente de sus funciones se basa en la “inobservancia del protocolo de asistencia a las víctimas de violencia de género”.
El comisario general Nieto puede salir por los medios diciendo que él y su jefe político Alberto Rodríguez Saá actuaron rápido separando a sus subordinados ante un hecho de tamaña gravedad. Pero es el mismo que tiene a su cargo, por ejemplo, la búsqueda de la niña de cinco años Guadalupe Lucero Cialone, desaparecida en San Luis capital desde hace casi dos meses y cuya familia aún no recibió ninguna respuesta del Estado.
Es la misma policía, la que conduce Nieto, que el 5 de abril de 2020 detuvo a Magalí Morales, de 39 años de edad, por no llevar DNI en plena cuarentena estricta. La mujer fue detenida y llevada a la Comisaría 25º de Santa Rosa del Conlara, donde a las pocas horas apareció ahorcada en la celda donde se alojaba. El crimen sigue impune y las huestes de Nieto quisieron desde el primer momento hacer pasar el caso como un “suicidio”. Claro, en esa oportunidad nadie pudo filmar con un celular. |