La movilización, que tuvo como epicentro inicial los días Lunes y Martes a la región del Bío-bío (provincias de Arauco y Concepción), rápidamente se extendió por gran parte del territorio nacional. En el sur, se comenzaron a sumar comunas de La Araucanía (Toltén), Los Ríos (Valdivia), Los Lagos (Ancud y Puerto Montt)
Adicionalmente, se convocaron movilizaciones el día Miércoles en las regiones de Ñuble (Cobquecura), Valparaíso (San Antonio), Coquimbo (Los Vilos y la Conurbación). El Jueves se sumaron las comunas del norte grande, con movilizaciones en las regiones de Antofagasta (Tocopilla y Antofagasta) y Arica y Parinacota (Arica). Las movilizaciones han contado con los métodos que mejor conoce la clase trabajadora: protestas y cortes de calle a lo largo del país.
Los pescadores artesanales reclaman que el Gobierno de Piñera los dejó fuera del anunciado “Bono Pyme”, puesto que el benificio excluirá aproximadamente a un 80% de pescadores a nivel nacional. El padrón de pescadores artesanales cuenta con más de 850.000 matriculados, que acusan estar en absoluto abandono y precariedad, sin ninguna asistencia de parte del gobierno, a diferencia de las ayudas a los grandes capitalistas.
Los grandes empresarios han obtenido obscenas ganancias en medio de esta pandemia; a base de medidas impulsadas por el gobierno como la famosa Ley de “Protección” del Empleo, o las exenciones de cuarentenas. Para la clase trabajadora, esto se tradujo en mayor explotación y precarización; para el medio ambiente, saqueo y destrucción de sus recursos. Un bono destinado a la subsistencia es algo que ni siquiera debería estar en discusión. La exigencia de los trabajadores es mínima.
Sin embargo, no basta con eso. Podemos conformarnos solamente con bonos o migajas; pero mientras no se aprueben medidas más estructurales, la crisis la seguiremos pagando las y los trabajadores. Medidas como un plan de emergencia capaz de enfrentar esta crisis, con un salario mínimo de 600 mil pesos para los sectores más golpeados, financiado a partir de impuestos progresivos a las grandes empresas como Minera Escondida, el Grupo Luksic, o empresarios como Angelini y el clan Von Appen. Todos con ganancias billonarias durante la pandemia.
Es necesaria la más amplia solidaridad para con los pescadores artesanales, quienes muestran que la movilización organizada, con la clase trabajadora a la cabeza, es la forma de conquistar nuestros derechos.
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