Hace unos días se hizo conocida la noticia de un camión de la cadena de supermercados Walmart, que producto de la niebla volcó: en tan solo unas horas vecinos de la zona y alrededores se acercaron a intentar llevar algo de la carga en el caso de que la liberaran.
Esto expresa una realidad que se hace cada día más evidente: nos siguen llevando a la miseria. Los sueldos no alcanzan la canasta básica familiar y la mayoría de las familias trabajadoras se encuentran debajo de la línea de indigencia. Los números de pobreza ya superan el 42%.
Mientras millones de personas no tienen para comer, y mucho menos pensar en hacer una compra en un supermercado, las empresas siguen recaudando e imponiendo precios inalcanzables. Por su parte el gobierno, que viene jactándose en las últimas semanas de elegir al estado presente y no al mercado, es similar a lo que se escuchó a lo largo del año pasado, cuando Alberto Fernández afirmaba que se elegía la salud de los argentinos antes que la economía.
Claramente se puede ver a quien elige no tocarle los intereses: a los bancos, las patronales agrarias y a las empresas alimenticias.
El Estado está presente: beneficiando a los poderosos mientras les pide esfuerzo, sacrificio y paciencia a las mayorías.
Si a las familias trabajadoras se les hace cada vez más difícil llevar a sus hogares un plato de comida, si para los jóvenes cada vez es más difícil terminar la secundaria o empezar algún estudio superior, si los números que alcanza el desempleo y el trabajo informal son cada vez mas altos no hablamos de problemáticas casuales, son decisiones políticas que siguen desenmascarando a un gobierno que de nacional y popular tiene poco y nada.
Remarcar los precios y permitir las subas sin garantizarles a las familias salarios que como mínimo sea igual a la canasta básica familiar es un crimen social.
Mientras tanto, personajes como Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, lanzan polémicas frases con total impunidad donde dicen no conseguir jóvenes para trabajar con el secundario completo mientras que en la regional se egresan por año 800 jóvenes de escuelas técnicas.
Todo esto no sin dificultades, no seamos ingenuos, la deserción atraviesa también este nivel educativo pero sus declaraciones generaron un gran repudio en redes sociales donde cientos de personas confirmaron haber presentado sus currículums en la empresa y no haber recibido respuesta de ningún tipo.
Cada una de estas cuestiones son señales de una crisis que se agudiza y cada vez lleva a las condiciones de vida de los trabajadores a un nivel paupérrimo. Pero también son señal de que tenemos que empezar a organizarnos por otra perspectiva.
Depende de nosotros tomar las riendas de nuestro futuro y el de nuestras familias, está demostrado a lo largo de la historia que ningún gobierno nos regaló nada y que las peleas se conquistan con organización.
Desde el PTS en el Frente de Izquierda y de los trabajadores Unidad impulsamos hace varios años la propuesta de 6hs 5 días: para trabajar todos, trabajar menos y producir lo necesario. Esto implicaría repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, con un salario que sea de mínimo igual a la canasta básica familiar.
Si a vos que estás leyendo esto, te parece que no va más que siempre unos pocos nos sigan arrastrando a un futuro con cada vez menos educación y salud, si opinas que vale la pena pelear por el acceso a una vivienda digna, a un trabajo con derechos donde no tengamos que dejar la vida por sueldos que no alcanzan y que las familias trabajadoras merecen no una carga que vuelca de un camión sino las góndolas completas, este es el camino, podemos pelear en esta perspectiva por otra vida!
¡Basta de lucrar con el hambre de las familias!
¡Nuestra salud y vivienda valen más que las ganancias de unos pocos! |