Más de 2500 militares, vehículos blindados, tanques de guerra, lanzadores de misiles y carros anfibios desfilarán por las calles de la capital brasileña. Del desfile participará el presidente Jair Bolsonaro invitado para que sea parte del cortejo que realizan anualmente los militares que forman parte de la Operación Formosa de la Armada.
Desde 1988, la Armada brasileña lleva a cabo la Operación Formosa, un enorme despliegue militar en la región de Formosa, en Goiás, donde los marines suelen demostrar su formación. Pero este año se da un cambio significativo, ya que la operación cambiará su destino por primera vez en más de 30 años, para desfilar por las calles de Brasilia.
Además del desvío de la ruta, la operación tiene otro elemento inédito desde 1988: también participarán el Ejército Brasileño y la Fuerza Aérea.
La novedad se da cuando este martes está prevista una votación en el pleno del Congreso para definir la propuesta del Gobierno de cambiar el sistema de voto electrónico por el voto impreso. El desfile queda como una amenaza evidente y concreta en medio de un contexto de creciente fricción entre Bolsonaro, el Supremo Tribunal Federal y sectores del parlamento.
El presidente viene utilizando esa propuesta como pretexto para una escalada de declaraciones autoritarias, llegando a decir que si no se aprueba el voto impreso hay riesgo de que Brasil no celebre elecciones en 2022.
La propuesta de cambio en el sistema de votación, propuesta por Bolsonaro, hasta el momento no cuenta con suficiente apoyo por parte de los diputados para que salga adelante.
El enfrentamiento de Bolsonaro con el Poder Judicial y sectores del Parlamento, que antes fueron claves para su llegada al gobierno y que se mantenga, se agudizó en las últimas semanas, El Tribunal Superior Electoral abrió una investigación sobre las denuncias de fraude en las elecciones de 2018 y el juez Alexandre de Morais aceptó la solicitud de incluir a Bolsonaro como parte de los investigados por generar Fake News (noticias falsas). |