En recientes declaraciones, el candidato de la derecha y ex presidente del Banco Estado, Sebastián Sichel, declaró ante la prensa que se abre "completamente a la necesidad de declarar estado de sitio en el territorio" de la denominada macrozona sur. Así, el candidato de la “derecha moderada” comienza a mostrar su verdadero rostro.

Sebastián Sichel, candidato presidencial de Chile Vamos y denominado por los trabajadores del Banco Estado como “la peor administración” que han tenido, en recientes declaraciones ha expresado que se abre a la posibilidad de “declarar estado de sitio” en la Araucanía y la denominada macrozona sur.

Lejos de ser una cuestión de garantías de la democracia, como trató de disfrazar su discurso, sus declaraciones son un claro guiño a los sectores más reaccionarios de la zona y la derecha, además de una declaración de estar dispuesto a reprimir con mayor dureza al pueblo Mapuche que el último tiempo ha avanzado con sus comunidades en tomas de terreno usurpadas por terratenientes y grandes empresarios hace siglos y un importante entreguismo a esos sectores durante la dictadura por parte del régimen militar.

Esto se da en medio de una crisis que aún no cierra en la coalición desde las primarias presidenciales, que se puede notar con mayor claridad en Renovación Nacional (RN), en dos sectores encabezados por Desbordes (el ala más golpeada después de las elecciones) y Allamand. pero además de esto, con la candidatura de Kast hay un sector de Chile Vamos que está decidido a darle apoyo al candidato, lo cual también es perjudicial para Sichel. A esto justamente nos referimos con que tiene que hacerle un guiño a los sectores más reaccionarios.

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Es en medio de todo este escenario que Sichel intenta dar garantías a la derecha de que él también es una opción para imponer mano dura, sobre todo asegurándole jugosos negocios a las forestales, que con el monocultivo devastan ecosistemas y han arrasado históricamente con tierras ancestrales mapuche. Claro que para hacerlo tiene que hacer uso del catálogo de la derecha para atacar a las naciones oprimidas y sectores populares, tales como el problema del narcotráfico, que intentan ligar a las comunidades mapuches, pero que en realidad se ha probado estar más en nexo directo con las policías y fuerzas armadas.

Así, el candidato de Chile Vamos, entre una postura inicial de ser la “derecha moderada”, se descubre el rostro prometiendo “en el ejercicio del poder si tengo que ser presidente, usar los instrumentos que tiene nuestra institucionalidad, el estado de sitio si es necesario en La Araucanía".