El martes 10 familiares y amigos de Octavio Migueles - joven fallecido por la precarización laboral - se movilizaron a la fiscalía del doctor Tahtagian en Laferrere. Fueron acompañados por la APDH, el CeProDH, el Suteba La Matanza y otras organizaciones.
“Lo de Octavio fue un crimen, un homicidio, no un mero accidente” dijo Gustavo Intrieri al salir de reunirse con el fiscal. “El empresario tenía la representación de que esto podía ocurrir y sin embargo no le interesó. Porque a ellos lo que les interesa es incrementar la ganancia y consideran que el trabajador es un costo”, le dijo a los familiares, amigos y organizaciones que esperaban movilizados frente a la fiscalía.
Más temprano habían ingresado el propio Gustavo como representante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), Nancy, la mamá de Octavio, junto a Pablo Pimentel de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza y Nathalia González Seligra del Suteba La Matanza y el PTS en el Frente de Izquierda Unidad. Esta vez sí fueron atendidos por el fiscal, ya que la cita anterior no se encontraba.
El motivo de la cita fue doble. Por un lado informarle al fiscal que la familia y los amigos de Octavio no están solos, sino que hay un amplio abanico de organizaciones de Derechos Humanos, sindicales, sociales y políticas que los apoyan y seguirán apoyando hasta que haya justicia. Por otro lado para charlar con el fiscal de la causa, conocer en qué estado se encuentra y cuáles son las líneas que seguiría la fiscalía y exigir la profundización de las pericias e investigaciones pertinentes.
Según contó el abogado el fiscal iría por la línea de homicidio culposo de acuerdo a las pruebas con las que cuenta, como los mensajes de WhatsApp donde Octavio - que falleció ese día - y Nahuel - que quedó internado varias semanas en terapia intensiva - decían que se sentían mareados, pero por acción u omisión los hicieron seguir trabajando. Esto representa un avance frente a otros casos donde los hacen pasar como un accidente pero aún es insuficiente.
Porque son los empresarios los que por ahorrarse unos pesos en seguridad e higiene mandan a los trabajadores a morir o a sufrir lesiones. Pero hay un Estado y sucesivos gobiernos que avalan este proceder, permitiendo el trabajo en negro, la precarización laboral y el trabajo en condiciones que - como quedó demostrado - pueden llevar a la muerte. Ellos son los responsables políticos del crimen laboral de Octavio.
Pablo Pimentel, de la APDH La Matanza señaló que “nosotros como organismo de Derechos Humanos venimos a plantearle tanto al Ministerio Público como al Juez de garantías, que vamos a estar muy atentos en acompañar a su mamá, a su hermana y al grupo de familiares y amigos para que haya justicia. Y la única justicia es la verdad”.
Nathalia González Seligra, por su parte, señaló: “estamos acompañando a la familia por qué consideramos que es una pelea emblemática que representa a la juventud de La Matanza y de toda la Argentina. Porque el intendente Fernando Espinoza dice que La Matanza es la capital de la innovación pero en realidad es la capital de la precarización. Porque las condiciones en las que trabajaba y murió Octavio son moneda corriente”.
Y finalizó diciendo que contra eso “desde el Frente de Izquierda estamos peleando por reducir la jornada laboral. Para trabajar todos, trabajar menos, con un salario igual a la canasta familiar y terminar así con la precarización laboral”.
La movilización continúa hasta que haya justicia
Afuera de la fiscalía estaba Nahiara, la hermana de Octavio, junto a decenas de sus amigos que pelean por justicia. Con ellos había otros jóvenes, docentes, trabajadores de la zona que se solidarizaron al igual que diversas organizaciones como el Suteba La Matanza, la Red de trabajadorxs precarizadxs, el PTS, el Partido Obrero y el MST que integran el Frente de Izquierda Unidad.
Se hicieron escuchar cortando la calle, cantando y haciendo pintadas exigiendo justicia. Luego se movilizaron a las puertas de la fábrica donde le quitaron la vida a Octavio y realizaron una nueva manifestación cortando la calle y haciendo pintadas que reclamaban justicia y señalaban los nombres de los asesinos de Oti.
Esta movilización surgió de una reunión abierta convocada por familiares y amigos de Octavio donde participaron también las organizaciones que luego se movilizaron. En esa asamblea abierta por Zoom se resolvió, además de la movilización a la fiscalía de este martes junto a organismos de Derechos Humanos, la realización de un festival por Octavio en Laferrere con fecha tentativa del 4 de septiembre, así como participar de la movilización nacional contra la precarización laboral con fecha tentativa del 9 de septiembre.
“La vida de Octavio vale más que sus ganancias”, “la precarización laboral mata” decían los carteles que sostenían los jóvenes. Y lo dicen con toda razón, pues vivimos en un sistema capitalista que privilegia la ganancia de unos pocos a costa de la vida y el bienestar de las grandes mayorías. En una supuesta democracia donde todos tendríamos derechos iguales, pero sin embargo los empresarios hacen lo que quieren y los jóvenes se ven obligados a agarrar laburos de porquería - porque son los únicos que les ofrecen - para escaparle a la desocupación y al hambre.
Por eso la pelea por Justicia para Octavio es una pelea de toda la juventud, de todos los trabajadores. Es una pelea por tener derecho no sólo un presente sino también a un futuro.