Se trata de empleados gastronómicos y hoteleros que volvieron a cortar Ruta 40. Exigen una definitiva solución al pago de un subsidio a quienes trabajan por temporada y están sin empleo. Con las políticas de los gobiernos nacional y provincial, solo crece la desigualdad.
Por tercer día consecutivo, los y las trabajadoras del rubro gastronómico y hotelero, con el sindicato UTHGRA, cortaron la ruta nacional 40 en las inmediaciones de Bariloche. Exigen el pago de un subsidio ante la creciente desocupación del sector. El Gobierno Nacional prometió una suma de 18 mil pesos para quienes desde abril no perciben ningún salario, pero aún no garantizaron que se efectivicen esos pagos para el conjunto de los trabajadores. Por su parte, la gobernadora Carreras y el intendente de Bariloche Genusso; intentan despegarse de la situación. Lo cierto es que desde ninguna instancia gubernamental nacional o provincial, dan solución al pedido de una mínima ayuda mensual.
El reclamo es de unos 1800 trabajadores temporarios que quedaron sin trabajo como consecuencias de las temporadas bajas resultantes de la pandemia. De ese número total, aún unos 800 trabajadores no han recibido ningún tipo de subsidio. El discurso de campaña de Juntos Somos Río Negro fue el de reactivar la actividad del turismo impulsando la temporada de invierno en Bariloche. A su vez, días atrás el Ministro de Turismo de Nación, Lammens, daba cuenta de una reactivación del sector que movilizó a unas 4 millones de personas para los distintos destinos de invierno del país. Pero lo cierto es que ya sería la sexta vez que trabajadores ligados al turismo en Bariloche cortan Ruta 40, exigiendo una asistencia que resulta mínima pero que ni siquiera puede ser garantizada por ninguna de las dos gestiones gubernamentales.
Las dos caras de Furilofche
Hablamos de una de las principales ciudades turísticas del país. Para dar una dimensión, en un año sin pandemia como el 2019, recibió 730 mil turistas de los cuales un 25% aproximadamente fueron extranjeros. Eso quiere decir: hoteles 5 estrellas, esquí top internacional, yates por el Nahuel Huapi, excursiones y consumos de alta gama…es decir dólares. Muchos dólares. Casi un tercio de todas las divisas en dólares que percibe la provincia es por el turismo internacional, ligado esencialmente a Bariloche.
En 2019, la facturación anual del rubro hotelero de la ciudad fue de 7.500 millones de pesos. O sea, pedir para todo 2021 una asistencia de 18 mil pesos mensuales para unos 2000 mil trabajadores, equivaldría tan solo a un 10% de la facturación de ese año. Pero que encima no la pagarían las empresas, sino el estado nacional. Y téngase en cuenta que a su vez, Nación ha dado distinto tipo de beneficios a las asociaciones y cámaras patronales, como los Repro, los ATP y otro tipo de subsidios. Pero para las y los trabajadores, ni siquiera una módica asistencia.
En momentos en que se largó la carreras electoral, desde el Frente de Todos apuraron la foto de Ana Marks, la candidata camporista que lidera la boleta peronista en Río Negro, con los empresarios del rubro. JSRN lo ha hecho también inaugurando la temporada; y Tortoriello ya se había mostrado afín a este sector empresarial, cuando participó del encuentro con Bullrich y el sector de empresarios del negocio inmobiliario y turístico.
Pero del otro lado está la Bariloche que sufre la explotación por temporada. Si tan solo se toma en cuenta a las y los trabajadores de hoteles y alojamientos, estamos hablando de unos 4.100 trabajadores y trabajadoras en temporada alta. En meses duros donde baja la actividad, como mayo, son unos 2500. Es decir, para este sector, hay una masa de trabajadores temporarios todos los años de unas 1500 personas. Con temporadas bajas como la de 2020 y 2021, sin lugar a dudas ese número ha crecido
Esas condiciones laborales por temporada son de una precariedad estructural, y con la pandemia ha sido doblemente golpeada. Al rubro hotelero y gastronómico habría que sumarle todo el sector comercial, de servicios de tours y excursiones, transporte. La bola que mueve el turismo es enorme, pero la tajada de león se la lleva un puñado de capitalistas.
Ésta es la base que hace que en una ciudad de 125 mil habitantes, unos 70 mil vivan en el Alto Bariloche, con viviendas precarias, falto de servicios básicos como gas o luz, que sufren un servicio de transporte caro y de mala calidad. Pero esa es la fuerza social que mueve todo el andamiaje. La campaña de Unidad de la Izquierda que lleva como principales candidatas en Río Negro a Laura Santillán y Norma Dardik, tienen un programa que parte de exigir demandas inmediatas como una IFE de 40 mil pesos para todas las familias que se quedaron sin percibir salario en pandemia. A su vez plantea un plan que dé solución estructural al problema del desempleo que sufre el conjunto de la clase trabajadora: el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, y que el sueldo sea acorde a la canasta familiar. Es posible hacerlo: es necesario atacar las ganancias millonarias de las empresas que sostienen el negocio del ocio y los lujos.