Este sábado varios grupos de derechos humanos y colectivos antirracistas denunciaron la expulsión de cientos de menores no acompañados a Marruecos. La medida fue ordenada por el gobierno "socialista" de Pedro Sánchez y resulta ilegal según las leyes internacionales de protección a los refugiados.
El vocero de Amnistía Internacional, Ángel Gonzalo, informó que las deportaciones de menores comenzaron el viernes y continuaban el sábado. “Estamos escribiendo al Ministerio de Interior pidiendo que paren inmediatamente estas expulsiones, así como transparencia en sus actuaciones”, agregó.
Desde la organización Save the Children señalaron que “cualquier expulsión colectiva es ilegal, pedimos una gestión individualizada y que no se expulse a ningún menor en contra de su voluntad. Se ha de garantizar su protección”.
Andalucía Acoge señaló en el mismo sentido que "esta #devolución en contra de su voluntad vulnera el interés superior del menor y las leyes nacionales e internacionales que los protegen.”
Durante la campaña electoral madrileña el cartel de la organización ultraderechista VOX que incitaba al odio contra los menores extranjeros generó un gran escándalo. En esa oportunidad desde Podemos y diferentes sectores "progresistas" pusieron el grito en el cielo contra semejante acto de xenofobia y “fascismo”. Sin embargo, cuando se trata de la expulsión de 800 niños y jóvenes reales, el silencio es ley. El “antifascimo” de algunos tiene patas muy cortas cuando se trata de defender la frontera de la España imperialista.
La extrema derecha, obviamente, apoya la medida del gobierno, aunque desde las redes sociales de VOX han pedido que “no solo afecte a los que asaltaron la frontera en mayo, sino a todos los que hayan entrado ilegalmente”. Mientras que han asegurado que tenían “razón al solicitar la expulsión inmediata de estos menores a Marruecos”.
De esta forma, el gobierno del PSOE-Podemos hace efectiva la agenda de la derecha como política de Estado. No debería sorprender. Es algo que vienen haciendo los gobiernos del PP y PSOE en las últimas décadas, defendiendo la política de la "Europa fortaleza", mediante acuerdos con países como Marruecos o Turquía para deportar a los migrantes.
Frente a la xenofobia y el racismo institucional del gobierno PSOE-Unidas Podemos, es más necesario que nunca retomar el camino de la organización, la movilización en las calles y apostar por la construcción de una izquierda anticapitalista y antiimperialista, junto a la clase obrera, las mujeres, les migrantes y la juventud. |