Foto: Economía sustentable
Tras la publicación de un artículo en este diario exponiendo cuánto pagan las petroleras por cada litro de agua que contaminan con el fracking, el informativo de Radio y Televisión de Neuquén realizó una entrevista a Esteban Martine, quien será candidato a concejal en la ciudad de Neuquén por el Frente de Izquierda Unidad.
Compartimos algunas de las principales definiciones:
- Si tomamos como ejemplo un pozo de Tecpetrol en Fortín de Piedra, utilizó 97 millones de litros de agua. Son 25 piletas olímpicas llenas de agua. Frente a la emergencia hídrica, el discurso oficial plantea recomendaciones para el uso humano, pero no habla de los millones de litros que contamina el fracking.
- Una disposición de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia de Neuquén de fines de 2020 establece el canon básico para el uso industrial de agua en $5,98 el metro cúbico. Un metro cúbico de agua son 1.000 litros. Es decir que por cada litro de agua el canon básico es menos de un centavo: $0,006. Si lo quisiéramos poner en dólares, con un sólo dólar pagan 17.000 litros de agua. Prácticamente un regalo.
- El discurso de las empresas es que, para el caudal del Río Neuquén, lo que usan las petroleras no es representativo. Lo que no dicen es que ese agua no se recupera nunca más, se contamina con compuestos químicos tóxicos, con arena silícea, se inyecta en los pozos para fractura y cuando retorna como residuo se vuelve a inyectar en pozos sumideros. Esos pozos sumideros están asociados, en distintas investigaciones científicas a nivel internacional, a la aparición de sismos como los que estamos viendo en Sauzal Bonito.
- Una pequeña porción de los líquidos de retorno supuestamente es tratada, pero ya vimos con el caso de COMARSA que los basureros pueden contaminar y hacer lo que quieren.
- Sobre los químicos que utiliza el fracking, Guillermo Pereyra afirma que no contaminan porque es lo que le dicen desde Estados Unidos, pero los propios trabajadores petroleros dicen lo contrario, y nos envían las imágenes de los productos químicos, que en sus etiquetas advierten el riesgo, y en algunos casos son tan peligrosos que su ingesta puede causar la muerte.
- En el basurero petrolero COMARSA hubo controles. Pero les permiten hacer lo que quieran igual a las empresas. En el informe que realizamos junto a Observatorio Petrolero Sur y Taller Ecologista, en base a la información que nos facilitó el diputado del Frente de Izquierda, Andrés Blanco, queda en evidencia que los estados provincial, municipal y nacional registraron la contaminación en actas, pero lo avalaron. El estado provincial le renovó los permisos para manipular residuos peligrosos, el estado nacional subsidió a las empresas generadoras como Tecpetrol, YPF, Chevron, y el estado municipal le otorgó a $35 el metro cuadrado las tierras que habían sido previamente ocupadas.
- Puede haber controles, pero el fracking es una política de estado. No hubo grieta en esto desde el pacto con Chevron en 2013 hasta la actualidad, aún conociendo los graves impactos ambientales. Los combustibles fósiles son responsables muy importantes de la emisión de gases de efecto invernadero. Esta semana se conoció el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, que es alarmante y señala no solo la responsabilidad del dióxido de carbono, sino también del metano, que también emite el fracking.
- Pero aún conociendo esta realidad, hacen la vista gorda, cuando justamente la sequía se da en un contexto de eventos meteorológicos extremos, en el marco del calentamiento global. En las últimas semanas vimos algunas de las consecuencias: inundaciones, incendios, sequías. Lo que está pasando en la región no lo podemos separar de ese contexto.
- El impacto de la sequía en el verano, con la baja en el nivel de las napas, menos agua disponible para la vegetación, los expertos sostienen que produce un riesgo de incendios. Aguas abajo, una serie de impactos, como la contaminación de los ríos. La carga de desechos no se va a reducir, pero sí se va a reducir el caudal de los ríos. Entonces van a estar más contaminados. Es un círculo vicioso seguir apostando al fracking.
- Es muy irracional que siga estando en manos privadas el manejo del agua. El agua no está privatizada, pero pareciera. Las represas hidroeléctricas están concesionadas. Hay empresas de capitales norteamericanos, italianos, o de propiedad de Caputo (Central Puerto) o Mindlin (Pampa Energía). Priorizaron la generación eléctrica sin contemplar la posibilidad de la sequía. Es un buen momento para cuestionar todo eso.
- Todas las recomendaciones frente a la emergencia hídrica tienen que ver con el consumo individual. El decreto de emergencia hídrica aún no fue publicado en el boletín oficial. Pero de los anuncios del gobierno no se desprende ninguna medida relacionada con la limitación del consumo de agua para el fracking.
- No hay que naturalizar esta situación. Esta misma semana hubo cortes de ruta de la Confederación Mapuche y las comunidades como Campo Maripe, Wirkaleo, Fvta Xayen. Ya vimos en el conflicto de salud que las petroleras no son invencibles. El estado no está pensando en una transición pero hay que pensarla. ¿Por qué la propiedad de esas empresas tiene que estar en manos privadas? ¿Por qué no se puede pensar en la estatización de la industria pero para controlarla por parte de los trabajadores, de las comunidades, y para hacer una transición hacia energías limpias, renovables o de bajo impacto ambiental? Eso no solo es posible sino que es necesario. Es la propia ONU la que está alertando sobre las consecuencias, hay que tomar medidas urgentes.
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