Este jueves, con 37 votos a favor y 20 en contra, el oficialismo porteño logró una primera sanción para la modificación del código urbanístico para autorizar la construcción de edificios de hasta 45 pisos en la ex Ciudad Deportiva de Boca.
Se trata del convenio urbanístico firmado entre el Gobierno de la Ciudad y la empresa IRSA para la construcción del complejo de torres de lujo y un centro comercial llamado Costa Urbana en un predio de 71 hectáreas ubicado sobre el Río de la Plata, en la Costanera Sur.
En una sesión marcada por el clima de campaña, desde los bloques del Frente de Todos y Vamos Juntos, se acusaron unos a otros de privatistas.
El peronismo denunció la política de especulación inmobiliaria de Rodríguez Larreta que tiene como fin "una ciudad que garantiza los espacios verdes y el acceso al río a las minorías privilegiadas, y donde la vivienda es utilizada como negocio y reserva de valor por unos pocos".
Pero se olvidó que el predio había sido vendido por el club Boca Juniors cuando el banquero Carlos Heller, tercero en la lista de diputados que encabeza Leandro Santoro, era vicepresidente. Y gracias a Menem, como les recordaron desde el oficialismo porteño.
Así lo cuenta el periodista Federico Poore en un hilo de Twitter en el que sintetiza los pormenores y las intervenciones de toda la sesión.
El predio conocido como ex Ciudad Deportiva fue cedido por el Estado nacional en la década del 60 al club Boca Juniors con la condición de que allí se desarrollaran actividades deportivas y que no fuera vendido a privados. En 1989 se modificó la Ley para que el club pueda vender el predio. Boca se quedaba, de esta manera, con tierras públicas.
En el año 1993, el club de la rivera, con Antonio Alegre como Presidente y Carlos Heller como Vicepresidente, vendió el predio a la sociedad Santa María del Plata, empresa conformada por Terry Moché (Frigorífico CEPA y complejo de esquí Las Leñas) y la constructora Gerlach Campbell. Cinco años después, el Grupo Irsa adquirió la mayoría de la participación accionaria.
Éste, en 2007, anunció la construcción de torres residenciales y un polo comercial y cultural en la parcela ubicada al lado de la Reserva Ecológica Costanera Sur, el barrio popular Rodrigo Bueno y la urbanización de lujo Puerto Madero.
A su turno, desde el Frente de Izquierda Unidad, la legisladora Amanda Martín, denunció “el impacto ambiental del pacto Irsa – Larreta por las tierras de Costanera Sur”. Es que el megaproyecto inmobiliario pretende edificarse sobre el único humedal con el que cuenta la Ciudad de Buenos Aires.
Desde este espacio también se enfatizó que con una ley de humedales, que el peronismo bloquea en el Congreso Nacional, Larreta no podría avanzar con este tipo de propuestas.
Por su parte, la precandidata a diputada nacional porteña por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, advirtió que “con la excusa de la pandemia, todos juntos votaron beneficios impositivos para las constructoras que llevan adelante el negocio inmobiliario”, en referencia a un proyecto de fines del año pasado en la que el, por entonces, Juntos por el Cambio y el peronismo aportaron sus votos.
También del FIT, el precandidato a legislador por la Ciudad, Patricio del Corro, recordó que el “Distrito Joven”, otro de los proyectos estrella de Larreta tuvo la colaboración del peronismo que aportó sus votos en 2018.
En resumen, fue una gran sesión para quienes se benefician de la especulación inmobiliaria y la privatización del espacio público, más allá de las intervenciones encendidas de quienes dicen ser la oposición a la política de Larreta pero que tienen un historial de haber votado proyectos fundamentales para que la lleve a cabo. |