Hoy fue el día después de la votación de una primaria que calentó poco o nada. Los partidos de la exConcertación llevaron adelante la elección de su carta presidencial donde resultó electa Yasna Provoste, la carta que la DC levantó después de bajar a su candidata votada en su congreso Ximena Rincón.
Los canales y radios tradicionales hicieron un enorme esfuerzo mediático por dar cobertura a una elección donde se habló de 1 millón de votos (pronóstico muy favorable), de competir con los votos conseguidos por el Apruebo Dignidad, de llegar a los 500 mil votos como piso para ser competitivo, etc. Pero ninguno de estos se hizo realidad: menos de 150 mi votos en total; 93.899 para Provoste, el resto Narváez y Maldonado.
Tempranamente Maldonado salió a reconocer la victoria de Provoste, estaba claro que sería la ganadora, la cocina estaba lista hace semanas y la carrera fue más “simbólica” que real, el peso de la negociación se daba en la definición de las listas parlamentarias, no en las primarias.
¡Son los mismos de siempre!
La victoria de Provoste no es más que el reflejo de un último intento de la ex Concertación por volver a tener algún papel que jugar en los cambios que Chile está viviendo luego de la revuelta del 2019.
Por eso el discurso de Provoste intenta ser distinto al que tradicionalmente se le ha escuchado a los militantes de la DC, pero tras estos discursillos, están los mismos de siempre, los mismos Pizzaro, Perez Yoma y Walker, vuelven los lobbistas del imperialismo que negociaron los tratado de libre comercio en la época de Frei, vuelven quienes votaron todas las políticas a Piñera, quienes quieren criminalizar la protesta social, etc.
Provoste dice que viene de provincia, de pueblos originarios, de la educación pública. Pero milita en un partido lleno de miembros de directorios de AFP, multinacionales y otras grandes empresas. Con Provoste, Narváez o Maldonado, vuelven los partidos y los políticos de los 30 años.
Ya no les creen, se necesita una alternativa anticapitalista y revolucionaria
Maldonado señaló que el gran error de la Unidad Constituyente fue no participar en las primarias convencionales, probablemente ello los hubiese hecho ganar un par de votos más, pero sin lugar a duda esto representa el hoyo en el que se encuentran los partidos tradicionales y sus referentes.
Chile despertó y aunque la pandemia y el acuerdo por la paz representaron un enorme respiro para la casta de políticos de los últimos 30 años, una enorme mayoría de la clase trabajadora y los sectores populares no volverá a confiar tan fácilmente en quienes los han traicionado una y otra vez.
En octubre nuevamente deberemos concurrir a votar por qué alternativa fortalecer. Desde el PTR hemos levantado un Frente por la unidad de la clase trabajadora junto a organizaciones que reivindicamos una salida revolucionaria y anticapitalista a la crisis actual.
Por ello levantaremos candidaturas en varias regiones del país, para mantener en alto las banderas de octubre y la lucha por la perspectiva de un gobierno de trabajadores, que ponga por delante las necesidades del pueblo, con medidas como la libertad de los presos políticos de la revuelta y del pueblo mapuche, por la nacionalización, sin pago, de los recursos naturales y estratégicos del país, por un sistema de salud y educación públicos, gratuitos y de calidad entre otras propuestas. | 
