A causa de la alta demanda de naves en el puerto los trabajadores se han visto expuesto a semanas de falta de descanso por restricción de permisos, acumulación de turnos de noche, problemas con la nombrada que en ocasiones provocan fallas de los trabajadores que además son castigados por incurrir en esta.
Los trabajadores también vienen siendo golpeados por la nueva gerencia la cual quiere cambiar acuerdos que se han llevado por años buscando aumentar aún más lo exhaustivo y peligroso del trabajo portuario. Incluso, organizando faenas sin las dotaciones necesarias jugando con la seguridad del trabajador.
Los dirigentes juegan a favor de la empresa, precarizando la situación de las y los trabajadores portuarios. Tienen un discurso que busca hacerles creer que tienen un trabajo privilegiado, tomando en cuenta la situación actual donde el sueldo mínimo no alcanza para nada y la escasez de trabajos es la cruda realidad. Los dirigentes utilizan frases como: "preocúpense de trabajar y cuidar la pega ustedes saben como esta afuera".
Pero fuera de ser un privilegio, los portuarios para alcanzar el sustento deben llevar exhaustivas jornadas y una sobreexplotación para recién conseguir un sueldo que permita vivir dignamente.
Las trabajadoras del puerto, aunque son minoría en una industria que la componen más hombres, son fundamentales en la operatividad del terminal, tanto en tareas administrativas como en la operaciones de la faena pero no son tomadas en cuentas en diferentes aspectos tanto por la gerencia o por los dirigentes.
¿Cuál es el rol actual de los sindicatos en el puerto?
Los sindicatos muy por lejos de escuchar a la base en sus demandas, se reúnen con la gerencia para llegar a acuerdos que nadie decide. Realizan elecciones sin mayor información, porque mientras menos organizada e informada está la base, para ellos mejor. Buscan diluir la fuerza de los trabajadores que apelan a la unidad para enfrentar todas estas situaciones. Mantienen una línea matonesca con los trabajadores al igual que hace el gerente. Incluso mantienen un régimen financiero poco transparente que ha generado críticas en distintos sectores de la base, incluso renuncias de socios.
Estos sindicatos se han mantenido bajo el control de un sector instalado desde hace varios años, dejando todo en manos de los dirigentes. Hoy los tiempos cambian y han llegado nuevas generaciones al puerto, pero a los dirigentes no les interesa. Claramente la experiencia es un factor importante, los más antiguos tienen mucho que enseñar, pero los más jóvenes tienen mucho que aportar para defender y recuperar las tradiciones.
Sindicatos que peleen por la unidad de los trabajadores: En la asamblea está la fuerza
Los sindicatos deben ser una herramienta de lucha de las y los trabajadores. No la Oficina de permisos y justificativos en la que se convirtió para la empresa. Luchar por medidas que solucionen los problemas de fondo como lo es el trabajo eventual, la falta de estabilidad económica y laboral, acceso a salud de calidad, seguridad social.
Los dirigentes sindicales no pueden vivir en un mundo aparte, y para ello tienen que estar con la base, trabajar con ellos, vivir las faenas como cualquier trabajador.
Deben ser revocables en todo momento por la asamblea ante la corrupción, deben defender a las y los trabajadores ante la persecución, amedrentamientos y sanciones que impone la empresa. Para conquistar mayor transparencia y participación de la bases, es importante que todas las decisiones se tomen en asambleas; la asamblea debe ser soberana nadie debe estar por encima de la asamblea, basta de tomar decisiones entre 4 paredes; abramos comisiones para participar y decidir, el sindicato lo hacemos todos.
Para Camilo Jofre, profesor de matemáticas y candidato a diputado por el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), “Los sindicatos deben estar en la primera línea de defensa de los trabajadores frente a los amedrentamientos a los que recurre la empresa. Hay que acabar con la persecución hacia cualquiera que se manifieste de alguna forma, donde la única respuesta son sanciones y desvinculaciones.” agregando que, “El potencial que poseen los portuarios es enorme y se mostró con el paro por el tercer retiro del 10%. Hoy necesitamos sindicatos que confíen en la fuerza que tenemos los trabajadores.”
Los portuarios están ubicados en un sector estratégico en la economía. Chile es un país exportador. Un 98% de las exportaciones se realizan a través de los puertos que se extienden por las costas de todo el país y permite la apertura hacia importantes mercados como el asiático, el europeo y las principales economías americanas. Los portuarios podrían fácilmente bloquear gran parte de la cadena de exportaciones que tiene la economía nacional y doblegar a quien intente pasarles por encima.
La fuerza de los trabajadores portuarios ha sido medida por los gobiernos como lo fue en el 2013 luchando por el derecho a la media hora de colación paralizando más de 17 puertos del país y provocando el retroceso del gobierno y conquistando una nueva organización nacional, la Unión Portuaria (UP)
El 2018 en el marco de la baja de trabajo los puertos vuelven a hacer causa común para mejorar las condiciones de compañeros en Valparaíso.
En el 2019 en el marco de la rebelión los puertos adheridos a la UP se unen y participan en más de 5 jornadas de paro nacional incluyendo el llamado a huelga del 12 de noviembre que termina por sepultar las aspiraciones de Piñera por controlar la situación mediante la fuerza.
En el 2020 y 2021 los puertos han sido clave en poder llevar adelante los retiros de los fondos pensiones recalcando en sus comunicados: "Esta no es una lucha por demandas locales, es una lucha por todos los chilenos" mostrando una vez más el rol que cumplen los trabajadores portuarios en las luchas del pueblo trabajador.
Chile despertó, y los trabajadores portuarios también, tenemos que organizarnos para recuperar los sindicatos y terminar con las mafias pro-empresa.
¡Por un sindicalismo democrático, con asambleas de base, para fortalecer la unidad de los trabajadores! |