Luego del doble atentado suicida, hace minutos hubo otra explosión. Ya son 12 los militares muertos y los medios internacionales hablan de 60 el número de civiles, hasta ahora, de fallecidos.
De este tercer ataque no se sabe aún el número de víctimas.
El Pentágono informó que espera nuevos atentados y que responderá a estos ataques, que se los atribuyó en primer lugar el grupo islamista Estado Islámico-Khorasan o Isis- K. (un grupo islámico extremista surgido hace pocos años, filial afgana del grupo yihadista Estado Islámico (EI)-).
De hecho es el mismo E.I que se acaba de adjudicar los atentados.
En los últimos minutos se volvieron a escuchar más explosiones, pero estas últimas fueron adjudicadas por los Talibanes, al ejército estadounidense que hace explotar equipos militares para que no puedan ser usados por los yihadistas.
La crisis que ya se había abierto con el fracaso de Estados Unidos en aquel país, tras 20 años de ocupación, que dio lugar a una retirada a toda prisa, ahora se ahonda y obliga al imperialismo a ensayar una respuesta, cuestión que ya anunció aunque en forma general, el mismo Pentágono. De este escenario es del que quería huir como de la peste Joe Biden.
Por su parte Boris Johnson planteó que seguirá con su plan de evacuación de ciudadanos ingleses y colaboradores afganos y militares. Hay que ver si eso se mantiene. Mientras Alemania declaró que ya evacuó tanto a su personal militar como civil.
En estos momentos se realiza una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad y está anunciada para dentro de una hora, una conferencia de prensa de Biden.
Estos acontecimientos generaron un salto en la crisis de la hegemonía imperialista, hasta Kamala Harris, la vicepresindenta, que está en Vietnam (en el marco de su gira por Asia Pacífico. Una gira de extrema importancia porque el objetivo es lograr acuerdos que limiten la fuerte influencia de China),tuvo que suspender el viaje y volar de urgencia hacia su país. |