En medio de la crisis provocada por una sequía histórica y los miles de millones de litros de agua utilizados para le minería, el presidente chileno Sebastián Piñera culpó a quienes lavan el auto, abren grifos o riegan el jardín.
Durante este domingo, Sebastián Piñera manifestó que la sequía en Chile es un “terremoto silencioso”, el cual lleva 13 años afectando al país, junto con esto, dio a conocer un fondo de 100 millones de pesos que irían de ayuda a los pequeños agricultores afectados por la sequía.
Durante su alocución mencionó como responsables de la sequía a quienes riegan sus jardines, lavan los autos o "abren los grifos" y pidió "ordenanzas municipales" para penalizarlos. Sin embargo, miles de millones de litros de agua son utilizados en el proceso de la megaminería, una actividad extendida en el país, que ni siquiera fue mencionado por Piñera.
Piñera dice que la sequía es culpa de “los que lavan los autos, riegan el jardín, la apertura de grifos.”
O sea las mineras o agricultores que descaradamente desvían el agua no tienen nada que ver… 🙄 pic.twitter.com/CsmWyuh5ra
Así, Piñera dio a conocer el “Plan contra la sequía” que incluye un fondo de 100 millones de pesos chilenos para ayudar a pequeños agricultores, mientras en paralelo unifica el discurso de la responsabilidad individual de la población, evitando mencionar la responsabilidad empresarial en el saqueo del agua amparado en el Código de Agua de la dictadura.
Chile se encuentra dentro de los 30 países con un mayor riesgo hídrico hacia el año 2025, lo dio a conocer el año 2015 el Instituto de Recursos Mundiales, así también, según Greenpeace, Chile se encuentra viviendo la peor sequía en 60 años, presentándose como la mayor crisis hídrica en todo el hemisferio occidental.
El desabastecimiento, la escasez hídrica y el cambio climático, han dado cuenta que el agua potable es un derecho mínimo, el cual sigue no estando garantizado. La demanda por el derecho al agua ha ido cada vez más en aumento junto con el consumo humano, esto, mientras la semana recién pasaba se decretaba una emergencia agrícola en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’higgins, Maule y la región Metropolitana. Asimismo, mientras esto se daba a conocer, Piñera continúa planteando a la sequía como una responsabilidad individual, manifestando que “es necesario tomar consciencia que el agua es vida” llamando a crear “una sólida cultura del cuidado del agua como un verdadero tesoro”.
Cuando los diferentes gobiernos se refieren al uso desmedido de agua, intentan responsabilizar a la población, intentando vincularlo como una responsabilidad individual, y ocultando la enorme responsabilidad de las grandes empresas nacionales y trasnacionales, como forestales, mineras, grandes empresarios de la agricultura, y este es el mismo discurso empleado en Chile. Ya que, bien sabemos que esta farsa reproducida por Piñera, tiene relación directamente con la privatización del agua, con el Código de Aguas de 1981 en plena dictadura militar, donde se separaron los derechos del agua con los derechos de tierra, superponiendo el agua como una mercancía más, dicho código, establece un propietario con derechos de uso, donde este puede comprar, arrendas y vender los derechos de agua como si fuese cualquier propiedad. Por ejemplo, el cien por ciento de los derechos de agua no consuntivos, los derechos que permiten emplear el agua sin consumirla y obliga a restituir se encuentran en manos de empresas transnacionales.
Mientras nos dicen que debemos reducir el consumo de agua per cápita, los principales responsables de la sequía, entre los cuales se encuentran las empresas como Codelco, Minera Escondida, las dos principales empresas forestales de Chile, como Arauco que forma parte del grupo industrial Angelini, y Empresas CMPC del grupo Matte, que están entre las más grandes del mundo, generan millonarias ganancias gracias al saqueo de este recurso básico para la vida, adquiriendo un 98% del total de la demanda hídrica del país. Para acabar con el saqueo del agua a las comunidades y la crisis hídrica, debemos nacionalizar este recurso fundamental