Durante estos últimos días el debate educacional ha tomado tribuna, debido a que se dio a conocer que 69 mil estudiantes perdieron la Beca de “Gratuidad”, dónde se ha puesto al debate los diversos factores que serían los causantes. Dentro de este grupo de jóvenes, un gran porcentaje son provenientes de instituciones de educación media públicas o subvencionadas.
Dentro de esta realidad muchos de las y los estudiantes tienen que trabajar y rendir con la carga académica, otres tienen dificultades para explotar sus inquietudes y talentos debido las herramientas y formas del actual sistema educativo.
El universo total de estudiantes que estudian con esta beca es de 789.133, dónde porcentualmente quienes perdieron el financiamiento corresponden al 8.7%. Para algunos podría ser un porcentaje marginal para 5 años, pero representa que miles de jovenes no pudieron seguir estudiando o tuvieron que hacer malabares precarizando aún más sus vidas o tener entregarle “el alma al diablo” suscribiendo créditos para finalizar sus estudios y esto sin contar a todes quienes no se les ha otorgado la beca.
Este año se cumplieron 10 años desde el histórico movimiento estudiantil del año 2011, dónde la juventud combativa instaló por todos los rincones la demanda de educación gratuita, recibiendo amplio apoyo popular, que puso en jaque y al descubierto que el programa neoliberal impuesto en dictadura y profundizado por los gobiernos de la Concertación vino a desmantelar la educación pública y expandir las brechas de acceso para las y los hijos del pueblo trabajador.
Estas banderas por educación gratuita fueron retomadas por la rebelión de octubre, dejando en claro que la beca implementada por el segundo gobierno de Bachelet y cocinada por los viejos partidos del régimen en conjunto con sus oxigenadores como el Partido Comunista y el Frente Amplio, es un sistema completamente insuficiente y que vino a mantener las lógicas de mercado sobre derechos básicos como el acceso a la educación.
Estas dos experiencias nos han demostrado que tenemos una gran fuerza, retomemos la lucha por una educación realmente gratuita que sea financiada 100% por el Estado, por que recursos hay, la nacionalización de los recursos naturales sería un pilar fundamental para su financiamiento. Pero no solo es necesaria la gratuidad universal, tenemos que avanzar a un sistema democratico, dónde todos sus actores como estudiantes, funcionarios y docentes puedan cogobernar los espacios educativos, para así profundizar la ruptura con la lógica mercantil y que no se subordine a los cuoteos políticos, además que sea no sexista en contra de la discriminación machista imperante en los planteles. | 
