La movilización fue principalmente motivada por el incumplimiento del plazo legal del Ejecutivo de promulgar las bases reglamentarias de la Ley de Alivio (que establece un máximo de 20% de contratos a plazo fijo en la salud municipal) y, en segundo plano, también se convocaba por la promulgación de la Ley de Fuero Laboral (descanso y prohibición de despidos en estado de excepción), nuevas bases por el Bono Trato Usuario y el de metas sanitarias que se verían afectados por la dedicación a otras tareas durante la pandemia.
La inestabilidad y precariedad laboral es pan de cada día en el área de la salud, para los trabajadores y trabajadoras que hoy están en la primera línea de la pandemia. Por ejemplo en El Bosque, bastión histórico del Partido Socialista, existen actualmente un 42% de trabajadores y trabajadoras a honorarios (709 funcionaries) y un 29% a contrata. Así como también en la APS municipal de Puente Alto, que con la administración de Germán Codina tiene 2021 trabajadores y trabajadoras honorarios (nada menos que un 53%) y un 27% a contrata.
La demanda por la Ley de Alivio se enmarca en una situación insostenible de inestabilidad bajo la modalidad de plazo fijo (o contrata) donde trabajadoras de base comentaban a nuestro medio que llevaban 8 y hasta 10 años con la incertidumbre anual de ser re-contratadas o despedidas. Si bien, esta ley beneficiaría a un número no menor de 20.000 trabajadores, sigue siendo una medida insuficiente, ya que por un lado sigue legitimando que 1 de cada 5 trabajadores siga a contrata y más aún, no considera al enorme contingente que se desempeña a honorarios, cuyas condiciones laborales encarnan las lógicas más profundas del mercado aplicadas a los servicios de salud pública y quienes pasan a ser tratados/as como “recursos desechables”, mientras han sido fundamentales en la batalla contra la COVID-19.
Posteriormente a la movilización, la cúpula de la CONFUSAM declaró en sus medios los nuevos pasos a seguir: “Dependerá de las reuniones que tengan con representantes del ministerio de Salud. No descartamos seguir con las movilizaciones, ya que está en juego la dignidad y la seguridad de quienes lo hemos dado todo, hasta la vida, en la lucha contra esta pandemia”.
La multitudinaria movilización de ayer demuestra que existe la voluntad de lucha de parte de las bases de los trabajadores y trabajadoras de la salud pública, para combatir la precarización e inestabilidad a la que la empuja el MINSAL y el mercado en la salud heredado de la dictadura. Sin embargo, las dirigencias de la Secretaría de Salud CUT y, en particular, de la directiva nacional de la CONFUSAM aún se mantienen supeditadas a los tiempos del Gobierno y sus mesas de diálogo, descartando una vez más, propiciar métodos democráticos con las bases, como convocar a asambleas para realmente organizar una movilización ascendente a nivel nacional, que unifique a los distintos sectores que hoy en día alzan la voz por sus demandas, pero de forma parcial y dividida, como la lucha de Tecnólogos Médicos y Matronas en torno al Código Sanitario.
Es por eso que desde la Agrupación Abran Paso de trabajadores y usuarios de la salud, creemos que es de vital importancia la organización desde las bases y lograr la unificación de todas y todos los trabajadores de la salud, independiente de su condición contractual o del lugar donde trabaje para conquistar el paso a planta de todes; y en el contexto de la Convención exigirle a los constituyentes que han respetado el Acuerdo del 15N, como el FA, el PC, Movimientos Sociales y de “Pueblo Constituyente” el cambio profundo de este sistema, que sólo por medio de la movilización creemos es posible alcanzar. En ese sentido, comenzamos a levantar una campaña en contra del trabajo precario que desplegamos a nivel nacional desde el Frente por la Unidad de la Clase Trabajadora para aunar nuestras demandas en un solo grito: ¡No más trabajo precario!.
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