De acuerdo a un reciente informe de la agencia Reuters: “La falta de diluyentes para producir las calidades de crudo insignia de Venezuela afectó las exportaciones de petróleo el mes pasado, lo que obligó a la estatal PDVSA a declarar la alerta máxima en su terminal principal, según mostraron los documentos de la compañía y los datos de seguimiento de los petroleros”.
La producción de crudo en la faja petrolera del Orinoco se desplomó un cuarto a menos de 300.000 barriles por día (bpd) en agosto debido a la escasez de diluyentes necesarios para mezclarse con el crudo extrapesado de la región, continúa relatando el informe. Los bajos inventarios de diluyentes fueron una causa de la reducción de la producción en tres de los proyectos más grandes de la faja: las empresas conjuntas Sinovensa, Petromonagas y Petropiar que tiene PDVSA con China National Petroleum Corp, Roszarubezhneft de Rusia y Crevron Corp. de Estados Unidos, respectivamente.
La causa de la caída estaría siendo dada porque más crudos medianos y livianos son destinados a la refinación para aumentar el suministro de combustible automotor escaso en el país, dejando poco para diluir el crudo ultrapesado del Orinoco en grados exportables.
“La faja del Orinoco produjo unos 288.000 barriles el 26 de agosto y 298.000 barriles el 31 de agosto, por debajo de los 400.000 barriles del 8 de agosto, según informes de producción de PDVSA vistos por Reuters”. Siendo que la producción total de Venezuela promedió 614.000 bpd en julio, según cifras que el país proporcionó a la OPEP como indicamos al inicio de este artículo.
"(Estamos en) alerta máxima por bajo inventario de crudo diluido para procesamiento, dijo un informe interno de PDVSA sobre sus existencias de finales de mes. La escasez provocó recortes en tres proyectos de mezcla y mejoramiento de crudo en el Orinoco el mes pasado”, según recoge el informe de Reuters.
El Gobierno de Maduro se propuso una meta de alcanzar 1,5 millones de barriles diarios, objetivo que internamente los propios técnicos de PDVSA consideran inviable de alcanzar y más bien apuntan a un nivel de 800.000 barriles diarios, que de por sí se considera un objetivo demasiado optimista según los analistas de petroguía.com. Ahora con la escasez de diluyentes no solo podría poner en cuestión la cifra más optimista de los técnicos, sino que incluso la “relativa estabilidad” de la producción, aunque en niveles bajos, habría estado alcanzando.
Esto impactaría en las ya bajas exportaciones de petróleo del país para este 2021 que sigue sacudiéndose en un brutal crisis económica, después de que años de subinversión por parte del Gobierno cuando priorizó pagar una odiosa deuda externa en vez de destinar recursos, tomando en cuenta la sequía económica por la caída de los precios, para la inversión, lo que vino a ser agravado por las sanciones estadounidenses que hicieron que la producción de crudo, el elemento clave de la economía, cayera en picada a mínimos de varias décadas el año pasado.
¿Pero cuál es el destino de las exportaciones? De acuerdo al informe de Reuters de las tres cuartas partes de los envíos de petróleo de Venezuela partieron hacia destinos asiáticos, principalmente China y Malasia. Cuba recibió cerca de 40.000 bpd de crudo y productos residuales para generación eléctrica.
“PDVSA ha recurrido a clientes poco conocidos con sede en Rusia, Líbano y otros lugares para mantener sus exportaciones a Asia; y esos clientes son responsables de intermediar en la venta del 87% de las exportaciones de agosto y han reemplazado a empresas occidentales que detuvieron los canjes de petróleo por producto de las exigencias de Estados Unidos al fortalecer las sanciones a Venezuela”, reseña.
“Uno de esos nuevos clientes es China Concord Petroleum, que es una empresa de logística que se ha convertido en un actor central en el suministro de petróleo sancionado de Irán y Venezuela a pesar de haber sido incluido en la lista negra por Washington hace dos años”, añade.
En promedio, las exportaciones petroleras de PDVSA durante ocho meses de 2021 arrojan un promedio de 652.454 barriles diarios, un nivel que está 2,5% por debajo de la media exportada entre enero y agosto de 2020. Todo esto implica que Venezuela continuará arrastrando una de sus peores crisis al nivel de producción petrolera que impacta de manera inmediata en la economía de conjunto.
Expectante de que Estados Unidos le levante las sanciones en el marco de los acuerdos y pactos que se desarrollan en México con sectores de la oposición para reencauzar la producción y los destinos de las exportaciones, aún así se estará lejos de alcanzar niveles de producción petrolera desde antes de la crisis. Aunque el curso de privatizaciones en el sector petrolero, el retorno de los convenios operativos, los canjes de bonos por activos de la industria, en el marco de todo un entreguismo nacional, es el camino que ha tomado el Gobierno como su política central.
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