Por unanimidad del TEPJF eligió al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón como presidente del Pleno de la Sala Superior. Fue en sesión privada por video conferencia este jueves 2 de septiembre y su mandato se extenderá hasta noviembre de 2024.
El flamante magistrado presidente fue uno de los que votó a favor del registro de México Libre, la formación política creada por Felipe Calderón y Margarita Zavala, dos panistas de pura cepa que se alejaron del partido blanquiazul porque no obtuvieron las principales candidaturas. Pero lo cierto es que el partido de los Calderón no cumplía con los requisitos establecidos en la ley electoral vigente.
Reyes Rodríguez, en su discurso inicial prometió fortalecer la independencia judicial y la función del tribunal como “garante de una democracia igualitaria e incluyente”, así como asegurar la imparcialidad y la autonomía del órgano para fortalecerlo como un auténtico juzgado de derecho. Nada más alejado de la realidad. Todos los magistrados responden a los intereses de uno u otro partido con registro, desde el Morena hasta el PRI y el PAN. Con sus acciones favorecen que se hagan de más o menos cargos en el congreso y en gubernaturas.
En el caso de Reyes Rodríguez, es magistrado de la Sala Superior del TEPJF desde el 4 de noviembre de 2016 y su periodo finaliza el 31 de octubre de 2024. Antes de eso, entre marzo de 2013 y noviembre de 2016, fungió como magistrado de la Sala Monterrey, y fue también secretario técnico de la Comisión de Justicia del Senado, de octubre de 2012 a febrero de 2013.
Durante el sexenio de Felipe Calderón (del PAN) el nuevo magistrado presidente fue coordinador de asesores de la Secretaría Particular de la Presidencia de la República entre mayo y diciembre de 2011. Otro de los cargos que lo vincula al panismo fue su puesto de asesor de la Unidad de Análisis de la Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, durante el gobierno de Vicente Fox.
La pugna en el TEPJF
Al magistrado presidente lo eligen sus pares, pero no es un cargo que se elija por voto popular. Y a los integrantes del TEPJF (seis en total) los nomina el presidente de turno, y los elige el senado. Ganan millones de pesos para legitimar los procesos electorales que proscriben la participación de organizaciones obreras y de izquierda.
Con el nombramiento de Reyes Rodríguez pretenden cerrar la crisis institucional abierta en el TEPJF con la polarización entre los magistrados alineados con el PAN y el PRI y quienes están alineados con el Morena.
El hito máximo fue el 4 de agosto pasado, cuando la mayoría de los integrantes del tribunal pidieron someter a votación la renuncia de José Luis Vargas Valdés como presidente del TEPJF, conocido como “magistrado billetes”, por ser sospechoso de recibir generosas contribuciones por favorecer a distintos partidos. Su primera reacción había sido negarse, y entonces sus colegas lo desconocieron. Ese mismo día nombraron a Reyes Rodríguez como magistrado presidente. Pero el circo no terminó ahí.
Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia, medió para dar una salida ordenada al conflicto. Eligieron una presidencia interina, y pactaron elegir a inicios de septiembre un nuevo presidente del TEPJF. Ahora, en apariencia vuelve la “civilidad” al órgano electoral.
Pero Vargas Valdés sigue en su cargo como uno de los magistrados, aunque sobre este alto funcionario pesan sospechas de corrupción, así como sobre otros de sus integrantes ya que están acusados de usar fondos públicos para financiar lujos privados, como señala un reportaje de Animal Político.
Parece que el engranaje del antidemocrático régimen electoral mexicano vuelve a estar aceitado, para mantenerse firme en excluir a las mayorías de la participación en las elecciones y para beneficiar a sus mecenas de turno. |