Las torrenciales lluvias continúan causando estragos en diversas regiones de Venezuela. Esta vez en Barcelona, estado Anzoátegui, que se encuentra prácticamente bajo las aguas, incluyendo la zona rural tras el desborde del río Neverí. Se reportan dos muertos con miles de familias afectadas y obligadas a abandonar sus hogares con pérdidas considerables. Se trata de situaciones completamente evitables.
Las torrenciales lluvias continúan causando estragos en diversas regiones de Venezuela. Esta vez en Barcelona, estado Anzoátegui, que se encuentra prácticamente bajo las aguas, incluyendo la zona rural tras el desborde del río Neverí, con miles de familias afectadas y obligadas a abandonar sus hogares con pérdidas considerables. Se trata de situaciones completamente evitables.
Los primeros estragos causados por la crecida del río Neverí, principal afluente de agua dulce de Barcelona y de todo el municipio Simón Bolívar, ocurrieron los días sábado y domingo, sobre todo en el área rural. Pero luego se extendió a toda la zona urbana, siendo que este jueves, varias zonas del centro y el área de expansión de la capital del estado Anzoátegui amanecieron bajo el agua. Si las lluvias continúan se amenaza a una tragedia mayor de la que ya se vive.
🇻🇪 Vecinos de la avenida Centurión en Barcelona estado Anzoátegui, han tenido de desalojar sus viviendas debido al desbordamiento del río Neverí que ha ocasionado las fuertes lluvias que se han registrado en gran parte del país. #TVV#TVVNoticias
Las principales afectaciones se registran en los municipios Bolívar (Barcelona) y Sotillo (Puerto La Cruz), de acuerdo al reporte del Sistema Integrado de Gestión de Riesgo y Administración de Emergencias de Carácter Civil y Desastres (Sigraed), conformado por Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos.
Así, los informes del Sistema de Gestión de Riesgos relatan que los sectores Palotal, Mayorquín, Pica del Neverí, Naricual, La Burra, las avenidas Country Club, Miranda, Centurión, El Ejército, Barrio Sucre, Juan De Urpín, Cajigal, intercepción de la Fuerzas Armadas con Costanera y entrada de Barrio Sucre están anegados, y el pronóstico es que continuarán así porque el nivel del río Neverí está lejos de disminuir.
“Se contabilizan más de mil 500 familias afectadas en ambos municipios, además la pérdida de dos vidas, una niña de 3 años de edad y un hombre de 42, que fueron arrastrados por la fuerte corriente del río Neverí”, informó el Sigraed.
No es la naturaleza la responsable de los estragos
Pero no es la naturaleza la responsable de los estragos, es la ausencia total del desarrollo de infraestructuras o el mantenimiento de las mismas que conducen a cada tanto estas tragedias. En el caso de Barcelona, si bien el aumento del nivel del río es considerable, los daños se produjeron por el colapso del sistema de drenaje y el canal de alivio, una situación que ya había sucedido a finales de julio.
Es la segunda vez que ocurre esta situación en poco menos de un mes. El primer desborde ocurrió a finales de julio, y ya los habitantes indicaron que estaba sucediendo por el descuido en la limpieza de drenajes y el canal de alivio de la ciudad. Pero aún así no se hizo absolutamente, y solo esperaban que las lluvias bajaran, pero no un despliegue para resolver los problemas de infraestructura. La desidia estatal, tanto del gobierno central como regional, siguió primando.
Cronistas de otros medios digitales relatan también lo que se vive en la ciudad. “Estamos perdiendo todos nuestros enseres. Qué impotencia ver cómo el nivel del agua aumenta cada día y nos obliga a abandonar nuestros hogares. Las autoridades tienen que hacer algo urgente. El canal de alivio está completamente obstruido”, fueron las palabras de Alicia La Rosa para elpitazo.net, mientras recogía algo de ropa para evacuar su hogar, ubicado en el sector Naricual, zona rural del municipio Bolívar.
Otros, como Ernesto Flores, cuentan para el mismo medio que en horas de la madrugada se escucha la fuerza con la que el agua se desliza por las comunidades y golpea las paredes de sus hogares, dando paso al terror, la angustia y el miedo que se ha apoderado de los barceloneses en las últimas horas.
¿En las manos de Dios?
Los propios habitantes denuncian que la situación que viven era en Barcelona era completamente evitable. Pero para las autoridades estatales, con la total irresponsabilidad llaman a encomendarse a Dios. Así lo declaró el director del Sistema Integrado de Gestión de Riesgos y Administración de Emergencias y Desastres (Sigraed) Anzoátegui, José Alberto Morales Morales, que por ahora solo queda “encomendarse a Dios para que no llueva más en las cabeceras de los ríos”.
Pero el descaro mayor vino del gobernador del estado Anzoátegui, Antonio Barreto, quien declaró que “Lamentablemente, la fuerza de la naturaleza no podemos controlarla. Sin embargo, hacemos esfuerzos inmensos con los equipos de operaciones. Activamos un plan de contingencia con Covinea, Protección Civil, Bomberos y equipos de salud”.
Aunque el mismo jefe del Sigraed refirió que, si bien el aumento en los niveles del río es considerable, la situación presentada en el centro de Barcelona se produjo por el colapso en los sistemas de drenaje. Al mismo tiempo que indicaba que en las comunidades de Naricual y Pica del Neverí más de 300 viviendas resultaron afectadas por las inundaciones, y varios residentes tuvieron que ser evacuados para evitar incidentes mayores.
Es la desidia estatal tanto central como regional
Pero tal como denuncian los habitantes de Barcelona, tanto el gobierno central como regional naturalizan estos hechos trágicos, como si la naturaleza fuera la culpable de tanta precariedad. Pero es la falta de inversiones en infraestructura, de trabajos de ingeniería urbana, vial, acueductos, canales o diques de contención, ausencia de planes urbanos de construcción de viviendas, sistemas de alerta temprana como instrumento para monitorear los eventos físico-naturales, o el encauzamiento de los ríos sobre todo los de zonas urbanas o próximos, el causante central de la situación.
En un país con dos estaciones, invierno y verano, que durante el período de verano no se realizaran procesos de limpieza de canales, quebradas, es una irresponsabilidad
“Estamos en una cota más alta del nivel de la avenida Ejército y todo por desidia institucional y gubernamental. En un país con dos estaciones, invierno y verano, que durante el período de verano no se realizaran procesos de limpieza de canales, quebradas, es una irresponsabilidad. Ahora andan pensando en la campaña electoral”, declaró para el medio cronica.uno, Milena de Gruber, habitante de El Ingenio, en la avenida El Ejército, que están desde el pasado sábado con el agua dentro de sus casas.
Está en manos del Estado que, para que cada situación de fuertes torrenciales o desbordes de ríos no se transforme en una tragedia social es necesario que se hagan las obras de contención, hídricas, hidráulicas y de infraestructura, estudios necesarios frente al problema, dar respuesta a las miles de familias en situación de emergencia habitacional y desarrollar verdaderos planes de contingencia social. Para que esto suceda hay recursos que pueden salir de cobrar impuestos a las grandes fortunas y las grandes empresas, y aumentar los presupuestos para todo un plan de obras públicas, entre otras medidas de emergencia.