Abascal fue recibido en su gira mexicana por 25 senadores del PAN y otros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los principales partidos de la derecha mexicana. El encuentro, el 2 de septiembre, tuvo como objetivo la firma de la “Carta de Madrid”, un documento en el que se comprometen a luchar contra el “comunismo”.
En octubre de 2020, el partido de extrema derecha y la familia de los Bolsonaro lanzaron el Foro de Madrid, un engendro con el sello de fábrica de Steve Bannon e ínfulas de agrupamiento internacional que busca sumar figuras mediaticas y partidos a uno y otro lado del Atlántico para enfrentar el “avance del comunismo” en la “Iberosfera”, o sea todos los países de habla hispana y con enormes conexiones culturales con España. Aunque, estrictamente hablando, de comunismo no haya ni una pizca en los antagonistas que identifica VOX y sus aliados, como el ya virtualmente extinto Foro de San Pablo, o su continuador, el “Grupo Puebla”.
El proyecto vio la luz hace menos de un año con la “Carta de Madrid”, un documento que sienta las bases del Foro y que ya ha sido firmada por una cincuentena de figuras que van desde la extrema derecha filonazi hasta el liberalismo, para promover la defensa de “la libertad, la democracia, el capitalismo y el Estado de Derecho”. La alianza con el PAN, que algunos de sus representantes han salido a desmentir a pesar de haber firmado la carta, es un avance en el intento de extender el proyecto.
VOX ganó notoriedad recientemente en México al reivindicar la conquista española sobre el país y presentando como héroes a los conquistadores genocidas de indígenas que, según Abascal y sus huestes, habrían llegado al continente para “liberarlos” del yugo azteca.
Para VOX y sus aliados, como Jair Bolsonaro en Brasil, Donald Trump en Estados Unidos o Javier Milei en Argentina, existe un plan internacional de imponer el comunismo que sería parte de una conspiración liderada nada menos que por el empresario George Soros.
Frente a este estrambótico enemigo, su defensa de “la democracia” y el “estado de derecho” tiene como referencias, no solo la dictadura franquista en España -como ya es de sobra conocido-, sino también las dictaduras militares genocidas que fueron impuestas por el Plan Cóndor de Estados Unidos en América Latina. No por nada Javier Milei tiene de aliada en Argentina a una defensora a ultranza de militares torturadores como es Victoria Villaruel, mientras que Bolsonaro ha hecho declaraciones en más de una oportunidad afirmando que el problema de la última dictadura militar que vivió Brasil fue que asesinó a pocas personas.
No resulta casual que Abascal, cuyo blanco predilecto de ataques son las mujeres y las personas migrantes, esté en México destilando odio cuando el país acaba de despenalizar el aborto tras una decisión de su máximo tribunal. Una medida democrática elemental que nada tiene que ver con el comunismo, pero que pone de los pelos a los chupasirios de la extrema derecha tanco ibérica como mexicana. En México, el aborto solo estaba despenalizado hasta ahora en cuatro de los 32 estados del país: Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz.
En una reunión con empresarios en Ciudad de México, Santiago Abascal dijo que la crisis que vive México es consecuencia de una “oleada migratoria descontrolada” y esbozó la posibilidad de que VOX instale una franquicia en México, recomendando que se convoque para ello no sólo a partidos de la derecha neoliberal como el PAN, sino también a otros grupos reaccionarios ultracatólicos como el PES. Al mismo tiempo, despotricó contra el Gobierno reformista de Andrés Manuel López Obrador, que sería otro exponente de la conspiración comunista que amenaza a Iberoamérica, y ya de paso, “abraza tiranos y defiende narcos”.
Los intentos de extender una suerte de internacional iberoamericana de la extrema derecha, sin embargo, identifica enemigos imaginarios que, a la hora de la verdad, comparten la misma barricada de defensa del capitalismo. A quienes verdaderamente tienen en frente los fachas en la tierra de Pancho Villa y Emiliano Zapata son a la clase trabajadora, las comunidades indígenas, las mujeres, la juventud, el campesinado y el pueblo pobre.
Como afirma nuestro compañero Farid Reyes en La Izquierda Diario México, “los comunistas de verdad sabemos que AMLO y otros líderes similares no tiene nada de comunistas, nosotros si estamos por expropiar a los grandes capitalistas a los que estos fachos defienden y sabemos bien que hay que prepararnos porque el huevo de la serpiente ya rompió su cascara.” |