Transcurrida la primera semana de clases presenciales, ya los diarios daban cuenta de numerosos casos de Covid-19 en las escuelas, en estados como Jalisco, Edomex, Puebla, Tabasco, Morelos, Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Coahuila y la CDMX, tanto en alumnos como en padres de familia, docentes y personal de apoyo a la educación.
En la conferencia matutina de López Obrador de este martes, la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, dio la cifra de 88 escuelas con contagios registrados, de las cuales 39 suspendieron clases las presenciales.
Por su parte, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo que hasta el momento no hay evidencia de que la reapertura de escuelas haya repercutido en un incremento de contagios y planteó que los casos de covid en niñas, niños y adolescentes (NNA) representan porcentajes menores al 10% del total, minimizando el dato como si se tratara sólo de números.
Sin embargo, según informa El Sol de México con datos de la Secretaría de Salud, entre el 18 de agosto y el 3 de septiembre, periodo que abarca la última semana de vacaciones y la primera de clases, se registraron 11 mil 923 contagios de Covid-19 entre niños y adolescentes de cinco a catorce años. En el mismo lapso, 326 NNA fueron hospitalizados por complicaciones con el covid y 27 fallecieron.
Aunque dichas cifras reflejan los contagios durante el periodo vacacional, ya muestra los riesgos que implica el regreso forzado a clases presenciales para la población menor de edad, que no está vacunada ni el gobierno contempla vacunarla.
Los contagios producto del regreso a clases presenciales, por el tiempo que debe transcurrir para que se presenten síntomas, comenzarán a detectarse esta semana. Esto, en el marco de la apertura de 135 mil escuelas, a las que han vuelto 12 millones 639,915 alumnos y 1 millón 200,245 docentes, según datos proporcionados por Delfina Gómez.
Negligencia y autoritarismo en las escuelas
Por otra parte, la respuesta en las escuelas ante casos de contagio está siendo sumamente desigual. Parece bastante arbitrario que sólo 39 de las –según la SEP- 88 escuelas en las que se han detectado casos de covid, hayan suspendido las clases presenciales. ¿Por qué no se hizo lo mismo en las demás?
Pero dentro de esas desigualdades, algo de lo más indignante que venimos observando, particularmente en la CDMX, es la línea de las autoridades educativas de ocultar la información, tanto a madres y padres de familia como al personal escolar, en caso de contagios en las escuelas. Se trata de una negligencia absoluta que pone en mayor riesgo a la comunidad escolar.
Para llevar esto adelante, los directivos en las escuelas, apoyados por supervisores, van desde pedidos de discreción al personal hasta amenazas de sanción contra quienes informen a madres y padres de familia. Para ello se escudan en el “protocolo” establecido para el regreso a clases presenciales, que ante casos de contagio únicamente señala que debe darse aviso a las autoridades. Como se ve, la negligencia viene desde arriba y es seguida obedientemente hasta los directivos.
Frente a este escenario, es fundamental avanzar en la organización desde las escuelas, en unidad con madres y padres de familia, para exigir que se informe de manera inmediata ante cualquier caso de contagio, así como que se suspendan las clases presenciales y se continúen a distancia. Además, sobre esa base, es necesario coordinarnos entre escuelas y entre estados para sumar fuerzas y demandar de manera unificada condiciones para que el regreso a las escuelas sea seguro, y que sean posibles las clases distancia, con internet y equipos de cómputo garantizados para todas y todos, en tanto no haya condiciones seguras.
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