La conocida marca de ropa catalana anunció este miércoles la propuesta de que sus empleados y empleadas trabajen 4 días semanales, uno de ellos desde casa, y libren otros 3. Una medida que, a simple simple, y así se está vendiendo por la empresa y diversos medios, supondría una mejora en las condiciones de trabajo de la plantilla. Sin embargo, tiene trampa.
En los últimos meses, la demanda de trabajar menos, para trabajar todos y vivir mejor, ha ido ganado cierta resonancia. Una reivindicación planteada por algunos sectores del sindicalismo combativo y la izquierda que, a diferencia de la propuesta de Desigual, implica una reducción de jornada, sin merma salarial – o incluso con una subida en aquellos sectores con retribuciones más bajas – y que persigue no solo trabajar menos, sino repartir las horas restadas mediante nuevas contrataciones.
Se trata de una medida que a la vez persigue acabar con los ritmos y jornadas de sobreexplotación que padecen muchas y muchos trabajadores en activo, y el desempleo de masas que sigue situado en torno al 15%. Una reducción horaria que implique una rebaja salarial no es ninguna conquista, sino un ERTE sin retribución o una modificación de condiciones a la baja. Si además, esta reducción horaria se hace sin nuevas contrataciones, a medio y largo plazo implica un aumento de los ritmos y la carga de trabajo, y muy posiblemente las horas no remuneradas para ello.
Pues bien, esta es la trampa de Desigual. La empresa propone una rebaja horaria que supondría un 13% de la jornada. La plantilla a cambio asumiría una rebaja de hasta el 6% de sus retribuciones. La marca vende que ella asume la otra mitad del salario que las y los trabajadores sí seguirían percibiendo. Pero ¿a cambio de qué? Nada menos que un 25% de su jornada sea en la modalidad de teletrabajo, es decir teniendo que asumir las y los trabajadores los costes fijos de su actividad desde casa, y previsiblemente ritmos más intensos, al no ampliarse la plantilla, que se convertirán en horas extras no pagadas, sobre todo en el domicilio, para poder cubrir los objetivos.
Los diseños y estampados de la firma siempre se han caracterizado por su originalidad y cierta extravagancia. En la misma línea va la propuesta: como vender una rebaja salarial y un aumento de carga de trabajo, con un envoltorio colorido de “trabajarás solo 4 días”. La propuesta se someterá el próximo 7 de octubre a un referéndum entre los 502 empleados de sus oficinas centrales.
Contra estas engañifas vestidas de “progre” o “empresario bueno”, es urgente que la demanda de reducción de jornada, sin merma salarial y reparto de horas para combatir el desempleo, sea tomada por el conjunto de las organizaciones sindicales. Las grandes centrales deben romper con su subordinación vergonzante al gobierno y plantear un plan de lucha por esta demanda y otras de urgencia, como la derogación de las reformas laborales, los pensionazos y una subida salarial generalizada, que empiece por un SMI de 1500 euros y no las miserias que ofrece la ministra de Trabajo que no alcanzan ni para pagar la subida de la luz. |