De esos temas hablamos en la columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
Se habló mucho estos días sobre lo que está pasando en Brasil, especialmente por las manifestaciones que llamó Bolsonaro el pasado martes.
Sumemos declaraciones autoritarias y golpistas del presidente, enfrentamientos con el Poder Judicial, gran parte del Congreso, la crisis social y sanitaria, que hacen preguntarse a muchos si habrá un golpe en Brasil.
Pero empecemos por los actores para aclarar un poco qué pasa: el primero es Bolsonaro, después el Supremo Tribunal Federal (la corte suprema de Brasil), tercero la mayoría del Congreso y cuarto el PT y los sindicatos.
Bolsonaro se jugó a que las manifestaciones a favor de su gobierno fueran masivas, algo que no pasó.
Al presidente las marchas le alcanzaron para mostrar algo de fuerza, pero estuvieron lejos de permitirle recuperar algo de la iniciativa política y esquivar los cuestionamientos por la crisis económica, el aumento de la desocupación y la inflación.
No es casual que este jueves el presidente haya enviado un mensaje al país. "Quiero declarar que mis palabras, a veces contundentes, tienen que ver con el calor del momento y los embates que siempre apuntaron al bien común", afirmó Bolsonaro en una carta a la Nación, escrita por recomendación del expresidente, que asumió luego del golpe institucional del 20116, Michel Temer
Que no le haya sido como esperaba a Bolsonaro explica cómo actúan otros dos protagonistas de la historia. El Supremo Tribunal y el Congreso.
El Supremo Tribunal se para como si fuera un enemigo acérrimo de Bolsonaro. El presidente del Tribunal, Luiz Fux dijo que las amenazas del presidente a los tribunales configuran acto “antidemocrático, ilícito, intolerable”.
Desde el tribunal llegaron a decir que los dichos de Bolsonaro podrían terminar en un juicio político contra el presidente.
Y si hablamos de juicio político aparece el tercer actor, el Congreso, especialmente el grupo de partidos derechistas que se conoce como Centrao. Está importante bancada que tiene por costumbre jugar para el presidente que le convenga – estuvieron con todos, Lula inclusive - tiene la presidencia de la Cámara de Diputados.
En sus manos reposa la posibilidad de un juicio político a Bolsonaro, que de tener que salir dejaría a su vicepresidente… un militar, y aunque están enfrentados por ahora apuestan más a debilitarlo que a la destitución.
Un dato a tener en cuenta. Al Supremo Tribunal o la mayoría del Congreso no los mueve la “defensa de la democracia” recordemos que fueron actores principales del golpe institucional en 2016 y las maniobras de las elecciones de 2018, incluida la proscripción de Lula, que le dieron la victoria a Bolsonaro, y apoyaron el ajuste que se aplicó estos últimos años.
Les dije que hay otro actor, el PT y las direcciones sindicales ¿qué papel juegan? Principalmente impedir que la bronca contra Bolsonaro se pueda expresar masivamente en las calles, y solo dicen esperar a las elecciones de 2022.
Por el momento Bolsonaro no tiene la fuerza para imponer un golpe, pero las disputas entre los poderes fácticos del país siguen dejando abierto el interrogante.
Otro sería el tema, si en lugar de esperar a 2022, los grandes sindicatos organizan la pelea para hacer real un reclamo de millones… Fora Bolsonaro | 
