Un año se cumplió desde los hechos racistas que se produjeron en las comunas de Curacautín y Victoria durante el año 2020, donde comunidades mapuche que se tomaron dependencias de las municipalidades, fueron desalojados con brutal violencia por grupos de civiles ante la presencia de carabineros.
El viernes recién pasado, las comunidades en resistencia de Malleco junto con las víctimas de los hechos de tortura vividos en agosto del 2020 en la municipalidad de Curacautín y Victoria, llegaron en caravana a las afueras de la fiscalía de la ciudad de Temuco para asistir a una reunión programada a las 12:00 hrs. con el fiscal Regional de la Araucanía, Roberto Garrido.
Tras la llegada de la caravana, se les comunica que solo pueden ingresar a las reuniones dos grupos de tan solo 7 personas, frente a esto, las autoridades tradicionales junto con las víctimas de tortura, no aceptaron hacer ingreso en las condiciones que se estaban presentando por parte de la fiscalía. El Werkén, Rodrigo Curipan, manifestó que las policías militarizadas van a las comunidades en resistencia y no realizan ningún protocolo covid-19 para su ingreso, inclusive cuando se vivía el momento más agudo de la pandemia a nivel mundial; dejando en evidencia que la militarización del Wallmapu no para ni con una pandemia encima, asimismo, no es casual que los “tramites burocráticos” de las investigaciones tomen aún más tiempo, especialmente si se trata del pueblo mapuche.
¿Qué sucedió esa noche?: Un asedio racista organizado por civiles en presencia de Carabineros
La noche del sábado 1 de agosto del año 2020, grupos civiles reaccionarios intentaron desalojar por la fuerza a comuneros del pueblo mapuche, los cuales mantenían ocupadas las dependencias de la Municipalidad de Curacautín, en medio de la huelga de hambre que llevaban adelante los presos políticos mapuche.
Fueron diferentes las municipalidades de la región que fueron tomadas, esto como acción a las nulas respuestas obtenidas por parte de la justicia. En ese entonces, los responsables del desalojo, fueron grupos de civiles armados, quienes quemaron las camionetas de los comuneros, les lanzaron piedras y quemaban sus lienzos, todo esto en presencia de Carabineros.
Estos hechos, se vienen agudizando históricamente en la región de La Araucanía, así como los discursos de odio racista, contra un pueblo que ha mantenido la resistencia y sus reivindicaciones, como la pelea histórica por el derecho a la autodeterminación. No es casual que estos hechos, se hayan producido en pleno gobierno de Piñera, quienes junto a la ex concertación, han gobernado por más de 30 años, manteniendo la militarización del territorio, vinculada con el latifundio, grupos como APRA y el gremio de camioneros, quienes están codo a codo contra la resistencia del control territorial y las demandas históricas de un pueblo usurpado y despojado. En ese entonces la derecha fascista celebraba, mientras a nivel mundial se realizan protestas antirracistas
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