El informe revela que estos precios por las nubes se debieron a la alta demanda provocada por el coronavirus de insumos medicamentosos utilizados en las Unidades de Terapia Intensivas (UTI). El período mensurado va desde marzo 2020 hasta junio del 2021, segunda ola incluída donde se observaron las mayores cifras récord en internaciones y fallecimientos en el país.
Los trimestres donde mayores aumentos se observan son el segundo y tercero del 2020, con 77% y 72% respectivamente. Pero el porcentaje de aumento del 439%, es solo el promedio.
Si se tiene en cuenta las particularidades, se observa que el midazolam en ampollas fue el sedante con mayor incremento (1.288%), seguido del atracurium, el relajante neuromuscular más utilizado (554%).
El informe da cuenta de un período de aplacamiento de estas subas, que se explica por una resolución conjunta (1/2020) emitida en noviembre de 2020 y que acordaba precios máximos durante 150 días de corrido. Finalizado este acuerdo, se volvió a expresar un disparo en los precios por 18%, un 10% más que en el trimestre anterior del corriente año.
Además se exponen datos sobre aumentos en el precio del oxígeno líquido y de tubo, durante la segunda ola, de un 37% y 25% respectivamente. Aunque en los últimos meses no se registraron aumentos de precios en estos insumos, que tiene que ver con la caída de la demanda en la baja de los casos por Covid.
Estos aumentos abrumadores en insumos tan vitales en medio de la peor crisis del covid, no se podrían explicar sin el permiso que le da el Estado a los empresarios que lucran con la salud del pueblo trabajador. Mismo comportamiento tuvo con las vacunas que otorgó adelanto y licitación al amigo del gobierno y magnate del laboratorio MabXience, Hugo Sigman.
La centralización del sistema de salud público y privado continúa siendo una necesidad urgente para que la salud esté puesta al servicio de las grandes mayorías y no como parte del botín de lucro de los grandes empresarios de los laboratorios. |