Como buena funcionaria del gobierno de la Nueva Mayoría, este martes 21 de julio la Ministra Delpiano afirmó sin tapujos que el proyecto de Carrera Docente es un avance para entregar educación de calidad a las niñas y niños chilenos, en el contexto de la exposición de las modificaciones que hará el Ejecutivo al proyecto.

No son de extrañar tales dichos, pues como bien sabemos las y los profesores, este proyecto no mejora la educación, sino que la empeora, puesto que profundiza la lógica empresarial en un ámbito que es incompatible con ella. Pero como también sabemos, el gobierno no trabaja realmente para los docentes y estudiantes, sino para los sostenedores y la educación de mercado.

En el mismo sentido, y considerando la histórica lucha que hemos dado las bases docentes para retirar este proyecto neoliberal de Bachelet –incluso contra nuestros propios dirigentes como Jaime Gajardo del Partido Comunista que se ha manifestado a favor de legislar el proyecto de gobierno-, para cualquier profesor es una falsedad hablar de mejorar la educación si no se aboga por lograr 50/50 de horas lectivas y no lectivas, tener máximo 20 estudiantes por sala, entre otras demandas docentes que por supuesto este proyecto ignora concientemente. Y aunque la Ministra haya hablado de “hacer un esfuerzo” por llegar al 60/40 de horas lectivas y no lectivas, eso sería sólo en el caso de los colegios vulnerables. ¿A eso llama mejorar la educación de niñas y niños?
Por el contrario, para el gobierno es sinónimo de mejorar la educación el introducir tramos diferenciados que nos harán competir por un sueldo apropiado, en lugar de incentivar el trabajo colaborativo; el evaluarnos punitivamente en lugar de capacitarnos, entre otras medidas mercantiles.

Con todo, durante este miércoles 22 la Comisión de Educación votará o no la idea de legislar este proyecto. Será un día decisivo para esta prolongada lucha que hemos librado las y los profesores que verdaderamente nos interesa mejorar la educación. Si los parlamentarios votan a favor, será una victoria pírrica del gobierno. Si votan en contra, será un paso adelante de las bases movilizadas por el retiro del proyecto.