Este miércoles 22 de septiembre el Gobierno desembolsará unos U$S 1.905 millones para el pago de un vencimiento de capital de deuda al Fondo Monetario Internacional. Se trata del primer vencimiento de capital del préstamo stand by por más de U$S 44.000 millones que tomó la gestión macrista.
A pesar de reconocer la utilización fraudulenta e ilegítima de dicho préstamo para financiar la fuga de capitales en favor de las grandes empresas y el capital financiero así como al rescate de acreedores externos, el Gobierno se predispone a pagar los próximos vencimientos, y también convalidar dicha deuda con una nueva renegociación.
Para lo que queda de 2021, restan pagar al FMI casi U$S 400 millones en intereses y otros US$ 1.900 millones en concepto de capital el 22 de diciembre, en la víspera de Navidad.
Los pagos que el gobierno realizará al organismo internacional este miércoles por U$S 1.905 millones equivalen a la construcción de unas 54.430 viviendas, al pago de unos 2.975.000 haberes jubilatorios equivalentes a la Canasta del Jubilado ($ 64.039 a valores de abril de 2021) o el equivalente a 3.800.000 ingresos familiares de emergencia de $ 50.000.
El pasado viernes 17 a última hora, luego de darse a conocer los cambios en el gabinete de Gobierno, se publicó en el Boletín Oficial el decreto 622 que incorporó al Presupuesto 2021 los U$S 4.334 millones que envió el FMI el pasado 23 de agosto en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEG). La norma indicó que dicha incorporación, mediante una maniobra contable con el Banco Central, se realizó “para poder hacer frente al pago de los próximos vencimientos con el FMI"-
En los considerandos del decreto se detalla que el 22 de septiembre y 22 de diciembre próximos hay vencimientos con el FMI en el marco del Acuerdo de 2018 por un total de U$S 3.810.206.059,74, no previstos en el Presupuesto Nacional para el Ejercicio 2021, y "con el fin de evitar caer en una situación disruptiva, y a la vez mantener un proceso de negociaciones para restaurar la sostenibilidad de los compromisos asumidos, y en razón de la asignación extraordinaria referida en los considerandos precedentes, se propicia incorporar dichos Derechos Especiales de Giro (DEG) al Presupuesto vigente para poder hacer frente al pago de los próximos vencimientos con el FMI".
Es decir, se autoriza a que los recursos del FMI que se enviaron en supuesto de atender a los efectos de la pandemia, se destinen a pagar la deuda. Lo mismo anticipó Cristina Fernández en el acto de lanzamiento de la campaña electoral del Frente de Todos.
Desde la asunción de Alberto Fernández se pagaron U$S 2.311 millones en concepto de intereses al FMI. Una suma que equivale a lo que se necesita para construir 66.000 viviendas. Además, el Gobierno continúa las negociaciones con el Fondo para alcanzar un acuerdo de Facilidades Extendidas, que tendrá una duración de al menos diez años e incluirá las reformas estructurales como laboral, previsional y tributaria.
Algunos análisis prevén que el Gobierno intentaría cerrar un acuerdo con el Fondo antes del 10 de diciembre, previo a que ocurra el recambio legislativo en el Congreso. Otro de los argumentos es que desde el punto de vista de los intercambios técnicos con el organismo, en enero próximo asumirá el nuevo director del Hemisferio Occidental que acaba de nominar Kristalina Georgieva, Ilan Goldfajn, conocido por todos como un ortodoxo de la política económica que fue titular del Banco Central de Brasil.
No obstante, la fecha límite que proyectó Guzmán para el cierre del acuerdo es en marzo de 2022, cuando además de vencimientos con el FMI Argentina enfrente vencimientos con el Club de París.
Hasta ahora, las negociaciones técnicas de la contraparte las viene liderando Julie Kozack, quien se entrevistó con el ministro Martín Guzmán en numerosas oportunidades.
Tras las PASO, el vocero del FMI, Gerry Rice, afirmó que "las negociaciones continúan".
Por lo pronto, el gobierno argentino ya da por sentado en el Presupuesto 2022 que habrá un acuerdo con el FMI que le permitirá postergar los vencimientos, a cambio de una nueva hipoteca que recaerá sobre el pueblo trabajador. Es necesario rechazar el acuerdo con el FMI y movilizarse por el desconocimiento soberano de la deuda.
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