Con información de www.termometronacional.com
Familias enteras de las comunidades waraos que dependían de una economía de sustento a partir de sus producciones se vieron encerrados por la crisis económica y las dificultades que ha generado el extraordinario tiempo atmosférico nada igual a años anteriores. Aseguran que el gobierno nacional y local han dejado de atender a las poblaciones indígenas en zonas fluviales.
Autoridades políticas del estado Delta Amacuro obligaron a un grupo de originarios waraos que arribaron a Tucupita desde mediados de junio del presente año, retornar a sus comunidades. Esta migración que no había parado hasta este 18 de septiembre.
El número exacto de waraos que migraron desde sus comunidades hasta Tucupita en un intento de huir de la grave crisis humanitaria no se conoce con exactitud.
Según un abordaje realizado por Radio Fe y Alegría, Noticias en Delta Amacuro, el número de migrantes superaba las 800 personas.
Algunos tenían la intención de continuar el viaje con destino a Brasil, pero este intento se vio truncado luego que este sábado, funcionarios de la alcaldía del municipio Tucupita, y la gobernación del estado los obligar a volver.
Se conoció que la gobernación del estado Delta Amacuro habilitó una embarcación con capacidad para más de 200 personas, y otras tres lanchas con capacidad para veinte personas cada una.
El resto de los waraos debieron abordar sus canoas de madera y emprender el regreso.
Este retorno ocurrió este sábado en contra de la voluntad de los originarios. Según José Quiñones, uno del waraos que partió a su comunidad, muchos tienen decidido volver.
“Nosotros vamos a volver. Hay muchos que como yo van a volver porque en nuestras comunidades no tenemos comida, y tampoco tenemos con qué comer”, afirmó.
De acuerdo con Quiñones, las inundaciones de agosto provocó la perdida total de sus sembradíos. Además, la inseguridad, la falta de medicina y las inexistentes fuentes de trabajo compone un escenario social complejo.
Denunciaron que grupos de civiles armados roban a familias enteras en sus residencias, hurtan las cosechas, y amenazan constantemente para obligar a los campesinos a entregas sus crías de animales que va desde pollos, cerdos y algunas reses.
Justamente, con la profundización de la crisis humanitaria, la pandemia y la inseguridad, decenas de familias se habían desplazado a Tucupita, la capital del estado Delta Amacuro a través del río Manamo.
El Manamo, es un importante afluente del río Orinoco que da acceso directo a Tucupita por vía fluvial.
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