Un reclamo internacional
Lo que llamamos marea verde es el impulso que ha inspirado la conquista del movimiento de mujeres en Argentina, que logró legalizar el derecho al aborto en 2020 y al día de hoy continúa defendiendo esta conquista en las calles.
El impacto de aquella conquista plantea la necesidad de luchar por el derecho al aborto en el resto del mundo como han demostrado las campañas que se han puesto en pie en países como Chile, México, Bolivia y Costa Rica. También ha quedado claro que es necesario defender este derecho donde quieren restringirlo o limitarlo como en el estado de Texas o Florida en Estados Unidos.
En esta región del mundo -llamada “patio trasero” de Estados Unidos- la situación de dominación imperialista ha dejado sistemas de salud debilitados, allí donde existe acceso público, además de zonas afectadas por la pobreza y la precarización laboral de millones; en general estados doblegados mediante deudas externas impagables.
En países como Honduras, Nicaragua y El Salvador el aborto está prohibido sin excepciones, siendo éste último el país con una de las leyes antiaborto más estrictas del mundo, y donde existen casos de mujeres que han sido encarceladas por años o incluso décadas, por la interrupción de un embarazo. Costa Rica y Panamá incluyen protección de la vida y/o salud de las mujeres en sus legislaciones.
Aunque en centroamérica existen distintos niveles de restricción y represión a las mujeres por abortar, es necesaria una lucha común, en conjunto con la clase trabajadora para conquistar el derecho a decidir y derrotar la avanzada anti derechos patrocinada por los capitalistas con el respaldo de gobiernos como el de Nayib Bukele en El Salvador, Daniel Ortega en Nicaragua y Juan Orlando Hernández en Honduras. Exigimos la liberación de todas las presas por el “delito” de aborto o por una interrupción involuntaria del embarazo.
La lucha por el aborto en Costa Rica
Después de años de movilizaciones, el movimiento de mujeres logró la aprobación de la Norma Técnica para la Interrupción Terapéutica del Embarazo (ITE), pero ésta sigue siendo objeto de ataques por parte de los enemigos de los derechos de las mujeres.
Por un lado, en la Asamblea Legislativa se garantizó la objeción de conciencia y además -con el apoyo no sólo de los partidos políticos religiosos, sino también del partido del gobierno y la oposición por derecha- desfilan proyectos de ley como el de “derechos del no nacido” o la cínica propuesta de vientres de alquiler que solamente buscan revertir lo alcanzado con la Norma Técnica, aunque la misma está aún lejos de garantizar el derecho a decidir. Por el otro, en el marco electoral ya se han anunciado candidaturas cuya “prioridad” sería detener cualquier intento de ampliar la posibilidad de legalizar el aborto en el país, como la de Shirley Díaz e incluso las declaraciones de las candidaturas del Partido Liberación Nacional (PLN) que se posicionan en contra del aborto libre, violentando nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
El movimiento de mujeres en el país viene expresando el reclamo por el derecho al aborto de distintas formas: en cada movilización, mediante la campaña de firmas, en el ámbito académico, las artes, en la juventud. A pesar de los esfuerzos de las iglesias con su financiamiento y ventajas desde el Estado, sus partidos y aliados, con campañas como la del Frente Nacional por la Vida que busca revertir la ITE; la lucha por el derecho al aborto se fortalece en una nueva generación que no confía en las maniobras de partidosburgueses ni en el engaño del “mal menor”
Como planteaba Fernanda Quirós Moya, dirigente de Pan y Rosas en un artículo reciente: “Nuestras demandas como mujeres de clase trabajadora dentro de las cuales se encuentran nuestros derechos sexuales y reproductivos, pero también nuestro derecho a una vida digna, libre de toda explotación y miseria, no tienen respuesta en partidos de la burguesía, pro ajuste y pro imperialistas. Es por eso que reducir la ecuación a una disyuntiva de partidos conservadores o partidos progresistas, o apostar al mal menor en términos de derechos sociales, es falso.”
El derecho al aborto será conquistado por la lucha del movimiento de mujeres, no será producto de la “buena voluntad” del gobierno, es por esto que este 28 de setiembre nos unimos al grito internacional por el derecho a decidir.
Aborto libre, legal, seguro y gratuito, Ni una menos por abortos clandestinos, exigimos educación sexual científica, y la Separación real entre la Iglesia y el Estado.
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