Y un día llegó lo más esperado: este martes 28 de septiembre fue el día del debut en las redes de Lionel Andrés Messi con la camiseta del París Saint-Germain. Lo hizo nada menos que por la Champions League y ante el equipo que dirige su maestro y ex entrenador Pep Guardiola, subcampeón del torneo más importante de Europa en la edición pasada.
Iban 74 minutos de partido y el PSG lo ganaba por la mínima diferencia, en un partido chato y sin emociones, hasta que el 30 recibió la pelota en la mitad de la cancha. Con la pelota dominada y mucho terreno, aceleró y empezó a marcar la diagonal que ya lleva su sello y que tantas veces hizo jugando para el Barcelona. Llegando a la medialuna del área tocó para Mbappé, que se la devolvió de primera con un taco exquisito, y pasó lo inevitable: zurdazo inatajable al ángulo, ante la atenta mirada de Ederson que nada pudo hacer.
"La jugada más repetida de su vida" dijo el periodista Juan Pablo Varsky, y tiene razón. Es un gol que ya vimos hasta el cansancio, que todos los presentes en el estadio (espectadores y jugadores, compañeros y rivales) saben que va a hacer y que aún así, es imposible impedírselo.
Alguna vez Sabella dijo que a diferencia del resto al jugador que es crack "lo esperan sabiendo qué es lo que va a hacer, pero él lo hace igual. Ese es distinto en serio". Palabras que le calzan perfecto a la jugada que vimos mil veces y que, si Messi quiere, podremos ver mil veces más.
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