El miércoles 29 sesionó el Consejo Directivo. Lxs consejerxs por la minoría del claustro estudiantil presentaron un proyecto para que la facultad se pronuncie en repudio a la propuesta de presupuesto 2022 del gobierno nacional, que recorta en un 5% el monto destinado a universidad. El decano, Xavier Oñativia, se negó a tratar el proyecto, callando a la consejera del Frente Independiente y de Lucha y negando el ajuste en curso.
Es evidente que hace tiempo el Gobierno viene ajustando: aumenta la desocupación, la precarización y la pobreza. La educación no es la excepción a este ajuste. Con la modalidad virtual fueron millones los docentes y no docentes que vieron notablemente empeoradas sus condiciones de trabajo, con sueldos que ni siquiera alcanzan y con sobrecarga laboral. La universidad se sostuvo a costa de la precarización de sus trabajadorxs así como de la deserción de miles de estudiantes. Para poder mantener una carrera, trabajar se vuelve una necesidad.
En este marco y en medio de la pandemia, en el 2020 el gobierno mantuvo el presupuesto totalmente recortado del gobierno de Macri en 2019, contra el cual miles de estudiantes junto a la comunidad educativa se movilizaron. Como si fuera poco, este año el presupuesto sufrió un recorte del 13% y hacia el año que viene, lejos de recuperar lo perdido, se estima un recorte del 5% más en relación a la inflación pronosticada por el propio gobierno. No solo hay ajuste, pretenden profundizarlo. En sintonía con esto, las autoridades de la UNLP recortaron derechos básicos y conquistas históricas del movimiento estudiantil como el comedor, el albergue y el boleto educativo gratuito, ni hablar de garantizar conectividad y dispositivos.
Es por esto que desde el Frente Independiente y de Lucha en Psicología presentaron un proyecto para que la facultad rechace este brutal ajuste. Dejando en evidencia cuáles son las prioridades del gobierno: la semana pasada en un sólo día desembolsó mil novecientos millones de dólares para pagar la ilegal deuda con el FMI, lo que equivale a un 72% del presupuesto educativo de este año.
Mejor no hablar de ciertas cosas…
Xavier Oñativia, decano de la Facultad de Psicología de la UNLP, quien se caracteriza por desacreditar los reclamos de lxs estudiantes, cual monarca, decidió arbitrariamente que el proyecto en repudio al ajuste en la universidad no iba a tratarse en el Consejo Directivo. Sin dar ningún tipo de explicación y agrediendo a la consejera Cecilia Quintana, del FILPsi, intentó que el ajuste no sea un tema de debate en la facultad, hecho que hasta funcionarios del gobierno asumieron que vienen descargando sobre las mayorías, pero el decano niega esta realidad. Parece que para el decano de psicología, es mejor no hablar de ciertas cosas.
El decano no solo decidió arbitrariamente de manera completamente antidemocrática que no se trate un proyecto presentado por la consejera estudiantil, sino que la interrumpió en reiteradas veces, intentando acallarla y desacreditando sus fundamentos sin razón alguna: “no es el ámbito para hacer panfletos” la interrumpió el mismo decano que meses antes acusó a los consejeros estudiantiles por la minoría elegidos por miles de estudiantes, de hacer “politiquería barata” cuando peleaban contra los filtros impuestos por las autoridades. Evidentemente las autoridades de la facultad de psicología pretenden que no se debata sobre los reclamos que hacen a la permanencia de miles de estudiantes, pero como dice el comunicado que publicó el Frente Independiente y de Lucha: “(...) mal que le pese a las autoridades, haremos “panfletos”, comunicados, asambleas, reuniones, y todo lo que sea necesario para enfrentar sus políticas de expulsión masiva.”
Docentes opositores a la gestión de la facultad defendieron el derecho democrático de la minoría del claustro estudiantil a que se trate todo proyecto presentado. No es casual que la conducción del Centro de Estudiantes (Utopía - MILES, MotorPsico - La Cámpora, Psinapsis - Funap) aliados de la gestión, amigos del decano y parte del espacio político del gobierno de Alberto Fernández no haya dicho una sola palabra de este agravio. Hay silencios que aturden, más cuando se trata del derecho a la educación pública para que ningún estudiante quede afuera, para lo cual es fundamental enfrentar el presupuesto de ajuste.
En un momento donde el Gobierno rearmó su gabinete para profundizar el ajuste y la mano dura, en el marco de una profunda crisis económica y social, la educación no puede ser un privilegio de pocos. Es fundamental generar espacios de debate democráticos, desde abajo, entre estudiantes, docentes y no docentes, donde se resuelvan medidas de lucha para defender la educación pública y gratuita de todos estos ataques. Los centros de estudiantes y la Federación Universitaria de La Plata tienen que salir de su inmovilidad y ponerse a la cabeza de organizar estos reclamos y enfrentar en las calles contra el presupuesto que se debatirá en el Congreso.