La Cámara Baja de Paraguay sancionó este miércoles el proyecto de ley que aumenta hasta a diez años de cárcel las ocupaciones e invasiones de tierra, en una sesión en la que varios diputados abandonaron el hemiciclo antes de la votación y que estuvo precedida por una brutal represión de parte de la Policía a los manifestantes que protestaban en la calle.
El proyecto, aprobado en el Senado la pasada semana, es repudiado por organizaciones campesinas e indígenas, que ven en el mismo una intención de criminalizar la lucha por el derecho a la tierra.
El texto, que eleva a seis años la pena por las invasiones y a diez años de cárcel en el caso de daños de bienes, fue apoyado con el voto de 49 legisladores, con mayoría del gobernante Partido Colorado, que domina la Cámara Baja.
El proyecto, que ahora queda en manos del presidente del país, Mario Abdo Benítez, solo contó con el rechazo de tres legisladores, con una abstención, y un total de 27 ausentes, entre los que no estuvieron presentes y quienes no quisieron participar en la votación.
Dictadura, saqueo y terratenientes
El problema de la tierra en Paraguay se agudizó bajo la dictadura de Alfredo Stroessner, entre 1954 y 1989. El Gobierno militar le arrebató a campesinos e indígenas al menos ocho millones de hectáreas de tierras que entregó a sus amigos y aliados políticos, que con el correr de los años se convirtieron en parte de los principales terratenientes del país.
Un informe de la Comisión de la Verdad y Justicia, creada para investigar las violaciones ocurridas durante el régimen de Stroessner, señaló en 2006 que cerca de dos tercios de la tierra entregada durante la llamada "reforma agraria" orquestada por ese gobierno se destinó a persona cercanas a las autoridades.
Desde entonces, los campesinos e indígenas han intentado recuperar esos terrenos y una de sus estrategias ha sido la ocupación temporal de esas tierras para reclamar la titularidad.
La ley actual busca legalizar de una vez el saqué llevado adelante bajo la dictadura de Stroessner, criminalizando la lucha de los campesinos a las que les fueron arrebatadas.
Protesta y represión
En los últimos días varios grupos de indígenas llegaron a la capital para acampar en las cercanías del Parlamento.
Cuando empezaron las protestas en la mañana de este miércoles, la Policía Nacional dispersó a los manifestantes con carros de agua, gases lacrimógenos y balas de goma.
Tras la represión activistas de distintas organizaciones campesinas se volvieron a concentrar frente al Congreso para seguir la sesión a través de altavoces.
"Nunca solucionaron el problema de las tierras y nos quieren hacer ver como criminales", le dijo a varios medios locales Derlis López, uno de los dirigentes indígenas. Y agregó: "Vamos a venir masivamente en caso de que la ley sea promulgada, no nos vamos a callar más".
El problema de la tierra es nodal en Paraguay que conserva una de las poblaciones rurales más altas de la región con cerca del 37%. Sin embargo, la apropiación privada de tierras, como así también el saqueo bajo la dictadura de Stroessner permitieron que la gran mayoría quede en manos de unos pocos terratenientes.
Según los datos del censo agropecuario de 2008, el 85% de las tierras, es decir 27.807.215 de hectáreas de las tierras aptas para la agricultura y la producción forestal, están en manos del 2,5% de los propietarios mayores a 500 hectáreas, 7.478 propietarios. Mientras que el 4,12 % está en manos de los pequeños agricultores con menos de 20 hectáreas, que son un total de 260.000 familias. |