No faltaba más. Un nuevo decálogo referido a derechos humanos, contempla la reforma a Carabineros liderada por el gobierno, como una medida que no hace más que coronar la impunidad con la que dicha institución, ha venido asesinado y violentando al pueblo trabajador.
Así lo detalló el Subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, quien se refirió al tema señalando de acuerdo al medio Soy Chile, que es "un avance más de lo que estamos haciendo en la reforma de Carabineros. Esto es parte de los principios que definimos en la unidad coordinadora para la reforma, donde uno de los ejes primordiales era el enfoque de respeto a los derechos humanos. Eso debe concretarse, no basta solo con una declaración, debe traducirse en medidas concretas".
Además, de acuerdo al mismo medio, agregó que “la adecuación, por ejemplo, de los protocolos de orden público, la creación de la Dirección Nacional de Derechos Humanos".
Claramente este discurso hecho por Galli, no es más que otra canallada, a la que nos tienen acostumbrados los representantes del gobierno de Piñera, quienes se llenan la boca con los derechos humanos, mientras las cifras de denuncias realizadas hacia Carabineros, han mostrado el real rostro de esta institución. Esto, sin mencionar el millonario desfalco que significó el denominado “Pacogate”.
De acuerdo a cifras entregadas por el Instituto Nacional de Derechos humanos (INDH), son más de 3.806 denuncias realizadas hacia Carabineros desde el 17 de octubre del 2019, al 18 de marzo del 2020, 460 personas víctimas de traumas oculares, y una serie de personas muertas en el marco de la rebelión del 2019.
Los nombre de Cristian Valdebenito, y de Jorge Acuña, son algunos de los otros tantos que siguen resonando, al día de hoy, sin haber recibido justicia, ni juicio y castigo por parte de los responsables políticos y materiales responsables de su muerte.
Entonces, ¿Con qué cara es que el gobierno habla de los derechos humanos?
Sin embargo, no es sólo la derecha quien plantea la necesidad de reformar las instituciones represivas como Carabineros, la oposición también apunta a esta línea, incluido el Frente Amplio, quienes también han presentado sus propuestas de refundación, como policía civil “al servicio de la protección de las garantías constitucionales y de los derechos humanos”. Una idea bastante a tono con la refundación de la policía por parte del Partido Comunista (PC), como un “cuerpo de policía democrático”.
Es por esto, que producto de la permanente necesidad del Estado y sus gobiernos de turno, tratando de congeniarse con aquellos sectores que no olvidan la brutalidad de las acciones criminales cometidas por Carabineros, es fundamental batallar con estas ilusiones democráticas que históricamente se han mostrado impotentes, frente a la realidad.
Es importante ser claro, y manifestar “Ni un peso más para los pacos”. El Estado no puede seguir sosteniendo a instituciones tan deslegitimadas por acciones criminales, tanto a nivel represivo, como a nivel de la corrupción. |