Familiares de Ariano y Emanuel, detenidos en la Brigada Norte y que murieron por asfixia tras un incendio en el calabozo que compartían con 16 jóvenes más se movilizaron para repudiar la parálisis de la justicia y exigiendo el castigo a los responsables. Los familiares acusan al personal policial de dejarlos encerrados para dejarlos morir. Denuncian al comisario Mansilla y a la Fiscal Reuter. Los policías siguen cumpliendo funciones y los sobrevivientes están sometidos a golpizas y vejaciones para intentar que no declaren con los policías.
Varios testimonios declaran que el propio comisario les respondió: "Que se caguen esos hijos de puta, que se caguen muriendo", ante los pedidos de los compañeros de Ariano y Emanuel de que los saquen a ellos también.
Finalmente y luego de una espera de una hora los recibió el Ministro Fiscal Jiménez, quien prometió activar la causa y les reconoció a los familiares que los policías "los dejaron morir". Las familias Gallardo y Biza seguirán movilizados hasta que se caigan los responsables y se sumaron otros casos que denuncian la brutalidad policial: detenciones arbitrarias (merced a las "Contravenciones", que datan de la dictadura), armado de causas y hasta tortura a manos de los uniformados con picana eléctrica, que le aplicaron a Emanuel y a otro joven detenido por una causa armada en la Comisaría 10. |