Cinco días duró la paralización organizada por los amarradores portuarios de ventana junto a los trabajadores agrupados en la Federación de trabajadores portuarios de la bahía de Quintero.
Una lucha que parecía imposible, un sindicato de 25 trabajadores interpeló a agencias pertenecientes a los grupos económicos más importantes del país. Agunza del grupo Urenda o ByM, además de sacarse de encima a subcontratistas que durante años pagaron una miseria para el trabaja de las amarras en el puerto de Quintero.
Dentro de las claves de esta victoria esta la unidad llevada a cabo con los trabajadores de la bahía de quintero, que en una asamblea conjunta de más de 120 trabajadores, los estibadores portuarios decidieron parar en solidaridad con sus compañeros amarradores ¡La unidad hace la fuerza!
La situación de los amarradores era muy precaria, pagando hasta tres veces menos del valor por maniobra en comparación con la tarifa nacional.
Después de cinco días de paralización conquistaron equiparar la maniobra al valor nacional (30 mil pesos, antes del paro les pagaban 10 mil pesos), recursos de seguridad, la exclusividad del sindicato de amarradores para la entrega de turnos y un bono de compensación de 1 millón de pesos.
Las empresas tuvieron que ceder luego de que se paralizara el conjunto de la bahía de Quintero, dando este importante triunfo también a los trabajadores del puerto ventana.
Dentro de la asamblea general que tuvieron los trabajadores se escucharon los gritos de alegría y se mencionaba que esto debía ser un ejemplo para el conjunto de los trabajadores ¡sí se puede! doblarle la mano al empresariado.
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