Hace unos meses el Concejo Deliberante de Ensenada aprobó un presupuesto millonario, de unos 279 millones de pesos. El intendente del Frente Para la Victoria, Mario Secco, que ahora se postula para un nuevo período, cobra un salario de 100 mil pesos por mes. Eso es veinte veces lo que cobran en promedio el personal municipal de Ensenada, al que durante años Secco “representó” desde el Sindicato STME. Es decir que una trabajadora o un trabajador al que Secco le paga su salario mes a mes, tiene que trabajar casi dos años para cobrar lo que Secco gana cada 30 días.

En un canal de cable local Secco dijo que está en contra de la propuesta que hizo nuestra compañera Luana Simioni, precandidata a intendente de La Plata, para que quienes cumplen funciones públicas ganen igual que una maestra o un obrero calificado. Para rechazar la propuesta el intendente se escuda en que él trabajó toda la vida para ganar esos 100 mil pesos mensuales. ¿Entonces quiere decir que un trabajador del corralón municipal, una enfermera o un precarizado de las mal llamadas “cooperativas”, no merecen cobrar un salario igual a la canasta familiar después de trabajar toda la vida en las peores condiciones?. Podríamos decir que las palabras de Secco son una verdadera “confesión de parte”.

Este contraste es mayor si vemos que Ensenada es el reino de la precarización laboral. Las “cooperativas” no son otra cosa que reductos de trabajo semiesclavo, donde quienes trabajan allí no tienen derecho ni a enfermarse porque carecen de la más mínima cobertura social. También es precaria la realidad de miles de trabajadoras y trabajadores de las industrias de la zona. Y de la mayor parte del personal de salud de las unidades sanitarias, que sobreviven con becas truchas del plan federal de salud que cobran cada tanto y encima, cuando hay un intento de organización para reclamar por el pase a planta, Secco recurre a las patotas y los despide. Así pasó con quienes organizaron la CICOP municipal, de cuya expulsión se cumple un año en estos días.

La obra pública de la ciudad, al servicio de las grandes industrias, nos sigue condenando a la contaminación ambiental y a problemas crónicos de salud. Los casos más conocidos son el del CEAMSE o el de la ex COPETRO. Pero lo más escandaloso es que ese dinero destinado a obras públicas no se invirtió en solucionar el problema habitacional ni la pobreza estructural que sufren las barriadas populares de Ensenada y Punta Lara.

Sin dudas debemos enfrentar a esta casta política, de funcionarios ricos que mantienen en la pobreza la clase trabajadora. Pero también a los otros candidatos, que también son “hijos de Menem” pero se reciclan en el massismo, como “Beto” del Negro o el gerente y burócrata Vicente “Pachuli” Ignomiriello.

En los últimos días también nos enteramos que a pedido del Ejecutivo Municipal, la mayoría oficialista del Concejo Deliberante, junto a parte de la oposición, aprobó una declaración de repudio a los paros docentes. Es, desde ya, una declaración reaccionaria, teniendo en cuenta que los docentes sobreviven con salarios que no cubren la canasta familiar, que pelean por infraestructura para las escuelas, en un distrito donde desde hace veinte años no se construyen nuevos edificios educativos. Y teniendo en cuenta también que los comedores escolares están desabastecidos y en muchos casos es la única comida a la que los niños y jóvenes acceden en el día.

Por esa necesidad de enfrentar a los políticos que gobiernan contra nosotros, en estas elecciones presentamos una lista de lujo, que expresa lo mejor de las luchas de la región. Una lista poblada de trabajadores, mujeres y jóvenes luchadores.

La lista que me tiene como candidato a intendente está conformada por docentes del SUTEBA Ensenada, que vienen de recuperar su sindicato de las manos de Baradel y dan pelea diariamente en defensa de la escuela pública y para que no haya ni un solo docente sin cobrar. Esas compañeras y compañeros que pelean por mejores condiciones de trabajo y que están impulsando la Comisión de Mujeres en su sindicato. Hablo de Claudia Añazco San Martín, Claudia Torres, Viviana Francece, Noelia Escalante, Mariana Tirao y Walter Guzmán.

También esta lista la conforman compañeros del Astillero Río Santiago, que pelean por reactivar la fábrica y por condiciones de trabajo pero además se proponen ayudar en la organización de los miles de precarizados de las fábricas de la región. Hablo de Carlos Ortigoza, Juan Ignacio Vázquez, Jonatan Cristino, Diego Slezack, Mauricio Caballero,Horacio Nievas y, muy especialmente, de “Vicki” Lago, la hija de Miguel Lago, referente de la histórica lucha del Astillero contra la privatización menemista y dirigente del PTS. Ella propone la organización de más de 300 mujeres de la fábrica contra el machismo y por los derechos de la mujer trabajadora.

No podían faltar los estudiantes terciarios como Patricia Molinari y Adrián Cola, que defienden la educación pública desde sus lugares de estudio, son activos participantes de movimientos culturales de la región y luchan también por la defensa del medio ambiente.

Tampoco podían estar ausentes en esta lista de trabajadoras y trabajadores mis colegas de la salud. Me acompaña como candidato a primer concejal Juan Porto, referente de la CICOP del Hospital San Martín e incansable luchador por la salud pública, gratuita, de calidad y al servicio de las grandes mayorías. Junto a él están las compañeras Julieta Gauna y Malena Reyes, enfermeras del Cestino y del San Martín, respectivamente. Ellas expresan a cientos de compañeras que con su trabajo en las condiciones más adversas, sin insumos, sin personal suficiente y con mínimos recursos sostienen día a día al hospital público.

Detrás de cada una de estas candidaturas hay cientos de compañeras y compañeros junto a quienes luchamos día a día y quienes hacen concreto el compromiso de llevar adelante esta gran campaña militante.

Para renovar y fortalecer al Frente de Izquierda, junto a Nicolás del Caño y Myriam Bregman. Junto a Christian Castillo y Javier Hermosilla en la Provincia. Y junto a miles de trabajadores, mujeres y jóvenes.