Con todo el relato que le es característico, el gobierno “más progresista de la historia” ha presentado este jueves los presupuestos con “mayor gasto público de la historia”. La letra pequeña de las cuentas, aprobadas en una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros y Ministras este jueves, explica este incremento y sobre todo quien se lleva la mejor parte en el reparte.
El IBEX35 se queda con la parte del león
Se tratan de unos presupuestos con un techo de gasto de 196.142 millones de euros, 45 más que los de 2021, pero de los cuales nada menos que 27 mil millones están asociados a las partidas de los Fondos Europeos previstas para el siguiente año. El total de la inversión asciende a 40 mil millones, una de las mayores partidas que pasará directamente de Hacienda a las cuentas de las grandes empresas del IBEX35, las principales beneficiadas de las subvenciones a fondo perdido con las que esperan dinamizar su actividad y maximizar su cuenta de resultados.
Entre algunas de las empresas beneficiadas están Repsol, Iberdrola, Endesa o gas Natural. Sí, las mismas que están detrás de la subida, esta sí que “la mayor de la historia”, del precio de la luz, que solo este jueves ha alcanzará un nuevo récord a las 20h por encima de los 300 euros el megavatio/hora. El relato, sobre todo de Unidas Podemos, de que estamos ante un gobierno que quiere grabar a los ricos, en referencia a las tasas impuestas a los beneficios extraordinarios de este oligopolio, se cae por su propio peso. Los menos de 2 mil millones que se esperan recaudar por esa vía serán más que compensados con inversiones por valor de varias veces esa cuantía.
Impuestos de seda para las grandes empresas
El gobierno ha anunciado un tipo mínimo en el impuesto de sociedades del 15%. Esto que se vende como un aumento impositivo a las grandes empresas sigue siendo un trato privilegiado. La cifra queda nada menos que 10 puntos por debajo del 25%, que es la tasa oficial de este impuesto sobre los beneficios empresariales – el 30% para bancos y petroleras-.
Se conserva por lo tanto gran parte del entramado de bonificaciones por casi todo construido durante décadas por los ministros de Hacienda del PP y el PSOE hacen que la recaudación real se sitúe en mínimos de la OCDE. Frente a la medida del 3% del PIB que se recauda en esos países, en el Estado español no se llega más que al 2,3%.
Para algunas de ellas puede terminar siendo una rebaja fiscal. Por ejemplo el tipo medio pagado por las multinacionales españolas es del 17%. De hecho la cantidad que se pretende recaudar con este supuesto suelo mínimo del 15% es a todas luces ridícula: 400 millones obtenidos del 1% de las empresas de mayor tamaño, lo que supone un 0,2% de todos los presupuestos.
Y es que donde no piensan meterse desde el llamado gobierno “progresista” es a grabar realmente los beneficios milmillonarios de las grandes empresas multinacionales españolas. Si tomamos las 22 más grandes solamente han tributado en el ejercicio fiscal 2020 un 1,3% de su beneficio global, según reconoce el “Informe país por país” publicado por la misma Agencia Tributaria.
Lo hacen amparándose en que gran parte de su actividad de hace en el extranjero, demostrando el rol de expoliadoras que juegan en muchos países semicoloniales donde no dejan más que calderilla. Sin embargo el gobierno de PSOE y UP no pretende que esto cambie y mantiene esta doble fiscalidad que es la base a su vez de un fraude fiscal legalizado y un expolio imperialista sin límites.
Una rebaja de salario real del 2% para las y los trabajadores públicos
Entre las partidas sociales el gobierno ha querido presumir del bono cultural de 400 euros para los jóvenes que cumplan 18 euros, o la ayuda al alquiler de 250 euros para menores de 35 años de su cuestionada ley de vivienda. Como ya pasara con el llamado Ingreso Mínimo Vital, que no ha llegado a cobrarse ni a un 10% de las personas en situación de vulnerabilidad grave, el gobierno reconoce que esta ayuda llegará solamente a unos 40 mil jóvenes de los casi 4 millones que estarían hoy en activo y con rentas por debajo del máximo que establece la medida.
En donde a Unidas Podemos y el PSOE no le ha temblado el pulso a la hora de meter la tijera es en la nómina de los 2 millones 700mil empleados y empleadas públicos. La subida del 2% implica, en términos de salario real, una rebaja del poder adquisitivo de 2 puntos dada la inflación desbocada que ya supera el 4% interanual. Una medida que va en la tónica de los 15 euros de subida del SMI que hacían 16 euros más pobres a los y las trabajadoras con ingresos más bajos.
Como Zapatero en 2010 cuando aplicó una rebaja de hasta el 8% de los salarios públicos, el primer ajuste presupuestario de esta crisis se aplica también sobre personal sanitario, docentes, servicios sociales... muchos y muchas de las trabajadoras de “primera línea” que se han dejado la piel en los meses de pandemia. |