La Puna de nuestra provincia es un lugar olvidado para muchos, como los mismos lugareños dicen “los políticos vienen aquí solo para las elecciones” pero con esta frase a la única fuerza que no hacían referencia es al Frente de Izquierda. Porque no es la primera vez que estamos codo a codo con ellos, porque Natalia Morales es de La Quiaca y sus antepasados también lo son, y ella a diferencia de muchos no niega sus raíces, más bien lucha por defenderlas.
Como hoy cuando una decena de personas reunidas alrededor una misma causa, nos recibió en su casa, porque saben que estamos de su lado, para que puedan mantener sus tierras como parte de la continuidad de la historia de una comunidad que pelea por sus territorios. No es algo nuevo que los gobiernos avancen sobre los derechos de las comunidades indígenas.
Ser indígena es estar bajo una constante amenaza, la mayoría de los pueblos viven en pueblos codiciados los gobiernos; para apropiarse del agua y de las riquezas de la tierra. La comunidad “La Quiaca Vieja” se auto sustenta a través de la agricultura y ganadería; algo que para muchos es inconcebible, para ellos es la forma de mantener sus raíces.
“Dicen que los del norte somos callados, pero cuando nos joden nos levantamos” dice una canción muy popular en marchas y protestas, y como bien lo trasmite los miembros de la comunidad no se quedaron atrás mientras intentaban avanzar sobre sus tierras. Realizaron marchas, lideradas por mujeres y niños, además de caminatas de cientos y cientos de kilómetros para exigirle al gobierno que los dejen vivir en paz.
La segunda parada fueron ferias y plazas, donde recibimos la más cálida de las bienvenidas, con decenas de colaboradores de la campaña peleando junto con nosotros para que por primera vez uno de los nuestros entre al congreso.
Un abrazo, agradeciendo el apoyo, la compañía, el estar siempre del mismo lado sintetizaba el clima con el que nos encontramos; entre cerros y montañas. Alejandro Vilca y el Frente de Izquierda es para muchos la única vía que tienen para ser escuchados, para sentir que sus penurias importan, para volver a confiar en su propia fuerza autoorganizada puede lograr grandes cambios; pero lo más importante es que no están solos en esas peleas.
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