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Un nuevo revés es el que ha sufrido la derecha durante este lunes. Esto luego que la coalición Vamos por Chile, no consiguiera reunir las 39 firmas necesarias para llevar a la Corte Suprema, su requerimiento contra la resolución de los denominados plebiscitos dirimentes, que son una vía de resolver aquellas normativas emanadas de la Convención Constitucional, que no consigan los 2/3 del quorum para ser aprobadas. Así las reducidas fuerzas de la derecha en la Convención Constitucional, no consiguieron avanzar en su intempestiva contra la iniciativa del PC.
Aunque este paupérrimo fracaso tampoco resultaba algo totalmente fuera de las expectativas de la derecha, donde de acuerdo al medio La Tercera, tanto el RN Cristián Monckeberg, y el Evópoli Hernán Larraín Matte, ya visualizaban el lapidario escenario actual.
Sin embargo, el festival de descargos desde el conglomerado derechista, no se hicieron esperar desde todas sus variantes, y como es de costumbre, lo primero en salir a relucir fue su clásico discurso de la violación del Estado de Derecho, y a la vez, culpando de esta derrota a la ex Concertación.
“Los 37 de Chile Vamos y el independiente Rodrigo Logan pusieron su firma, pero no fue suficiente porque nadie de la ex Concertación estuvo dispuesto a defender las reglas del juego y la legalidad del proceso”, señaló la convencional Ind-UDI, Marcela Cubillos, al medio La Tercera.
Palabras similares a las manifestadas por el convencional y ex subsecretario de redes asistenciales, el UDI Arturo Zúñiga, quien refirió “Ante la envergadura del engaño de los plebiscitos dirimentes, toda la centroderecha se alineó para recurrir a la Corte Suprema, pero 37 firmas no son suficientes, y esto lo sabemos desde el día de la elección de los convencionales. Pero lo que marca un hito hoy al no llegar a las 39 firmas es la cobardía de la izquierda democrática que sigue bailando al ritmo del PC y que no se han movido ni un milímetro de lo que ellos dictan”.
Y en este mismo concierto de impotencia derechista, tampoco se hicieron esperar las reacciones de la ultraderechista del Partido Republicano, Teresa Marinovic, quien a través de redes sociales, también hizo sus descargos en contra de la Convención Constitucional, y el desmoronamiento de llevar su requerimiento a la Corte Suprema.
“La centroizquierda democrática, que son aún menos que Vamos por Chile, no tuvieron el mínimo sentido común de apoyar la única vía para haber defendido el Estado de derecho. Quedará en la historia que 38 convencionales estuvimos dispuestos a defender las reglas con las que las personas votaron en el plebiscito. Esto es darle la espalda a cada una de las personas que votaron por nosotros”.
Plebiscitos dirimentes: Maniobras cosméticas más allá de los 2/3
Sin duda uno de los principales temas que se ha tomado la Convención Constitucional tiene que ver con los denominados plebiscitos dirimentes, una posición ganada principalmente por el sector del Partido Comunista (PC), y que consiste en que aquellas discusiones que no alcancen los 2/3 necesarios de la Convención Constitucional para ser aprobados, pero si los 3/5, pueda someterse a plebiscito popular.
Sin embargo, la admisibilidad de este procedimiento se encuentra suscrita a modificaciones que se deben llevar a cabo por medio de los poderes constituidos, por medio de una reforma constitucional. Es decir dependiendo de un escenario absolutamente electoralista, que solo es posible por medio de una apabullante de la derecha, lo que es bastante difícil.
Tal parece que la derechización de la Convención Constitucional, consagrada en el acuerdo de los 2/3, actualmente solo sabe de maniobras que busquen triunfar en la cancha de las mismo y mismos de siempre, que hacen las leyes por medio de la política de la cocina. Esto frente a la evidente negativa de impulsar cualquier clase de iniciativa a favor del pueblo trabajador, por medio de los métodos de la movilización, retomando las calles, y exigiendo sus derechos.
Resulta por tanto necesario volver a retomar las calles, y no caer en voladeros de luces y maniobras que solo muestran el nivel de claudicación de los partidos de los 30 años, incluyendo la adaptación del Partido Comunista y el Frente Amplio dentro de la Convención. |