Con información de agencia EFE y talcualdigital.com
Frente a este riesgo sanitario se encuentra Venezuela en medio de un precario sistema de salud y cuando enfrenta una nueva ola de la pandemia de covid-19. De acuerdo la OMS lo más urgente es aumentar la cobertura de vacunación entre la población, particularmente de la que vive en zonas amazónicas y que están expuesta a dos mosquitos que trasmiten la enfermedad en áreas forestales (Haemagogus y Sabethes).
El pasado 2 de octubre, la organización Médicos Unidos de Venezuela ya había hecho pública la existencia de una epizootia de fiebre amarilla selvática de acuerdo a lo dado a conocer por el medio talcualdigital.com, lo que se traduce en 10 monos araguatos contagiados con esta enfermedad, siete casos localizados en el estado Mongas y tres en el estado Anzoátegui. Al menos dos de los casos fueron diagnosticados a través de pruebas PCR. Asimismo, se confirmaron siete casos de fiebre amarilla en humanos, todos procedentes del sur del estado Monagas, donde hacen vida los primates también contagiados.
La OMS recomendó que se aumente la vacunación entre indígenas, inmigrantes y personas vulnerables que viven en áreas urbanas densamente pobladas, donde está expuestos al mosquito Aedes agyepti, activo en ciudades.
"Los casos reportados de fiebre amarilla muestran la importancia de vacunar contra la fiebre amarilla, especialmente en zonas endémicas de alto riesgo con ecosistemas favorables a su transmisión", indicó la OMS en un comunicado.
Monagas, Anzoátegui, Delta Amacuro, Sucre, Bolívar, Apure, Zulia y Amazonas, forman parte de los estados de Venezuela donde el riesgo de contraer fiebre amarilla se mantiene en alerta roja y por eso son espacios donde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que es importante, urgente y necesario vacunar a la población, para evitar así futuras epidemias.
En Venezuela se estima que al menos tres millones de personas viven en zonas que pueden catalogarse de alto riesgo o riesgo moderado para esta enfermedad, y que no han sido vacunados.
La vacuna en cuestión se utiliza desde hace varias décadas y está en la lista de medicamentos efectivos y seguros de la OMS, y con una sola dosis genera una protección de por vida.
No obstante, la organización enfatizó que no recomienda ninguna restricción de viaje o comercio con Venezuela en función de las informaciones que hay hasta el momento.
En el brote registrado ninguna persona ha muerto y tres enfermos eran asintomáticos. Los otros cuatro desarrollaron síntomas, entre ellos dolor de cabeza, dolor ocular, comezón en la piel y dolor de las articulaciones.
El probable lugar de la infección es un municipio rural en el estado de Monagas, en el noreste de Venezuela.
La fiebre amarilla está clasificada como una enfermedad hemorrágica causada por un virus transmitido por mosquitos y puede darse en humanos y otros primates. No tiene tratamiento específico, su potencial de propagación es muy alto y puede causar graves problemas de salud entre personas no vacunadas.
La OMS señaló que Monagas tiene una baja tasa de inmunización contra la fiebre amarilla (67,7 %), lo que indica que una parte significativa de sus habitantes corren un riesgo alto.
Este nuevo brote ocurre dos años después de que se diagnosticara un caso en el estado Bolívar tras 14 años sin detección de la enfermedad en el país. Solo Brasil, Perú y Venezuela notifican presencia de esta enfermedad en la región actualmente.
Ante este escenario especialistas señalan que es necesario que las autoridades de salud de Venezuela emitan una alerte epidemiológica, al ser la fiebre amarilla una enfermedad altamente trasmisible y con una tasa de mortalidad bastante elevada.
Para el epidemiólogo José Félix Oletta, señala también que es fundamental disponer de fondos extraordinarios que permitan movilizar al personal de salud que se encargará de desarrollar todas las medidas necesarias, incluido el traslado de pacientes y programas de formación que den a la población detalles de la magnitud de la enfermedad a la que se enfrentan. |