Después de que el presidente mexicano enviara una carta a su homólogo estadounidense, donde menciona que “no podemos solo estar deteniendo, reteniendo, hay que atender las causas”, ante las recientes olas migratorias sin precedentes, por fin contestó este pasado 6 de octubre donde Biden le responde: "Espero trabajar con usted para ampliar nuestra cooperación, específicamente aumentando la inversión en el sur de México y el norte de Centroamérica".
Resulta contradictorio el dicho del país imperialista sobre “abordar las causas fundamentales de la migración” en Centroamérica y asegurando que “nuestra asociación con México para garantizar que la migración regional sea segura, ordenada y humana”, puesto que es justo el centro desde donde se fomenta la desigualdad de desarrollo en los países subordinados y dependientes fomentando más violencia y más pobreza contra sus habitantes.
Otros problemas centrales, estructurales y sistemáticos, son el saqueo de los recursos naturales de países como México, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Haití, El Salvador, el narcotráfico que persiste y el incremento de la violencia. Esto sin citar que vimos cómo sus jinetes, a caballo, azotaban migrantes que pasaban por el río que cruzaron hacia el lado mexicano con la intención de conseguir comida para sus familiares varados en el campamento fronterizo y, por más que ambos gobiernos pidan disculpas o retiren de sus funciones a los patrulleros fronterizos o de la Guardia Nacional, en los hechos se reforzó al doble la militarización en sus fronteras con México.
Más restricciones bajo el Título 19
No obstante las declaraciones del presidente estadounidense para redirigir los recursos del infame muro fronterizo y colocarlos en tecnología y modernización de los puertos de entrada terrestres, el polémico embajador Ken Salazar abordó que habrá más restricciones para quienes quieran cruzan vía terrestre o por ferry, ya que, sea por motivos esenciales o no esenciales, los viajantes deberán tener el esquema completo de vacunación contra el Covid-19, pero que sea comprobable.
Además, las autoridades estadounidenses continúan retornando migrantes de diversas nacionalidades hacia México por el Puente Internacional II bajo el Título 42, pese al anuncio previo de suspender dichas acciones; pues, tan sólo en un día, han deportado a 256 migrantes por la frontera de Piedras Negras, sacándolos de 20 o 25 por turno, sin que se conozca su condición de salud, sin que se garanticen sus necesidades básicas e indispensables ni su situación legal en el país., por lo que se desconoce si se trata de connacionales deportados o devoluciones inmediatas.
Lo que predomina, entonces, son los acuerdos y agradecimientos carentes de transcendencia y compromiso, que se apuestan por llevar adelante programas asistencialistas como "Jóvenes Construyendo el Futuro" y "Sembrando Vida", propuestos por el gobierno mexicano y cuya respuesta de la administración estadounidense es que está interesada en aprovechar las experiencias de ambos programas para “considerar” una posible actividad pilota conjunta.
La retórica pública sostiene que, pese al despliegue con brutal represión contra las y los inmigrantes, tanto el país imperialista como las administraciones dependientes en países como México y los del Triángulo del Norte, no desean detener o impedir la migración, porque eso les permite la existencia de nuevos trabajadores y trabajadoras superexplotados, hiperprecarios, sometidos, constreñidos por su propia condición para aceptar cualquier situación fruto de la violencia brutal del mercado internacional, siendo víctimas también de la trata de personas y el narcotráfico.
¡Paso libre y sin fronteras!
Con las migraciones masivas se está formando una clase internacional de trabajadoras y trabajadores que traspasan las fronteras, pero que, al ser de los más pobres y atacados, surge la necesidad de contrarrestar el racismo fomentado por el capitalismo, que pretende crear mayores desigualdades étnicas y nacionales para añadirlas a las viejas desigualdades de clase y género.
Para contrarrestar los embates en contra de las y los migrantes, es necesaria la unidad de todos los sectores y organizaciones democráticas a ambos lados de las fronteras, que se apuesten por el paso libre de todas las fronteras, por derechos plenos para las y los inmigrantes, así como porque los militares regresen a sus cuarteles. |