Luego de idas y vueltas, donde el gobierno canceló un acto que tendría a Alberto Fernández como único orador. Este 17 de octubre se hizo un acto por el día de la lealtal peronista, en Plaza de Mayo. La convocatoria fue por parte de Madres de Plaza de Mayo y algunos líderes sindicales afines al kirchnerismo, con la consigna del no pago a la deuda externa. Hebe de Bonafini fue la principal oradora, junto a Roberto Baradel (SUTEBA) y Daniel Catalano (ATE Capital), entre otros. Aunque se lanzaron críticas, todos los oradores ratificaron el llamado a votar a los candidatos del gobierno.
La titular de Madres de Plaza de Mayo orientó todo su discurso hacia Alberto Fernández. "Usted siempre se junta con los ricos, con IDEA, con los grandes empresarios y a nosotros ni nos escuchan, ni nos miran", abrió Hebe de Bonafini. Quien días antes había hecho público un cruce que tuvo con el presidente, luego de que el jefe de gabinete Juan Manzur, anunciara que se cancelaba el acto previsto para esta fecha, convocando a sumarse a la marcha de la CGT, del día 18: “Es una vergüenza que el Gobierno haya suspendido la marcha del 17 de octubre, lo que pasa es que a Alberto Fernández le gusta estar con los ricos y con los gordos”.
En Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini dijo: "Yo le quiero decir al señor Presidente que este acto de hoy, el día de la lealtad, por el no pago de la deuda, es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda. Hoy empezamos". Y enfatizó, desde Madres de Plaza de Mayo, que "Las primeras que vamos a pedir que lo voten somos nosotras, si usted nos acompaña a no pagar la deuda externa, porque es un robo". Una advertencia muy disonánte con la tónica general del evento, que se presentó como un acto de apoyo al gobierno y en donde los oradores ratificaron su compromiso político con el mismo. La presencia de funcionarios como Axel Kicillof y el candidato a diputado por CABA, Leandro Santoro, dan cuenta del caracter electoral del acto. Y de la contradicción de lo propuesta en la convocatoria: hace pocos días Santoro cuestionaba a la izquierda por su planteo consecuente en rechazar el pago de la deuda con el FMI.
"Podemos llamar muchas veces a esta plaza y venir muchas veces si es necesario para no pagar la deuda, la deuda no es nuestra. Es cierto que las deudas que tuvimos las pagamos, pero una deuda que habiamos hecho nosotros, no la de un robo. Usted quiere hacernos pagar un robo", dijo en referencia a la deuda con el FMI, tomada por el macrismo y que el Frente de Todos ya comenzó a pagar.
Roberto Baradel, del sindicato docente, bajó un poco la apuesta. No habló de rechazar el pago, si no de "que la deuda la pague el que la contrajo. No se puede pagar con las necesidades del pueblo." Aunque ni él, ni ningún otro de los dirigentes gremiales presentes, impulsaron medidas de lucha frente a la caída del salario, los despidos y la precarización; mucho menos contra el pago de la deuda odiosa.
Hugo Yasky, diputado del Frente de Todos y secretario general de la CTA, declaró desde la manifestación: "Vamos a estar en la calle. Y vamos a darle al gobierno la posibilidad de una inmensa movilizacion cada vez que haya que torcerle el brazo a los poderosos del país". Luego de casi dos años de gobierno y de un ajuste en curso, del cual él mismo fue protagonista en la cámara de diputados.
Los zizagueos del poder ejecutivo en relación a la convocatoria 17 de octubre, expresan la crisis política interna de la coalisión que gobierna la Argentina y sus golpes de timón para posicionarse de cara a las elecciones y para sostener la gobernabilidad. Dos días luego de cancelar el acto, Alberto Fernández publicó una carta con membrete del Partido Justicialista -que Cristina Fernández de Kirchner validó- llamando a manifestarse en las plazas del país, aunque sin anuncio de actos, ni oradores. Finalmente, el escenario en Plaza de Mayo, lo ocupó la convocatoria de Madres de Plaza de Mayo.
¿Hasta dónde llegará la advertencia de Madres de Plaza de Mayo y de líderes sindicales, de impulsar movilizaciones contra el pago al FMI?. Por lo pronto, ninguno de estos sectores convocó a la lucha en las calles. Ni en las distintas intancias donde el gobierno fue imponiendo un ajuste a las mayorías trabajadoras y populares, ni cuando comenzaron a hacerse efectivos los pagos de la deuda odiosa. Por el contrario, la disciplina peronista en el Frente de Todos en el Congreso, los llevó a votar en bloque el recorte en el presupuesto del 2021 y el ajuste a los jubilados. Recordemos la filtración de audios donde la diputada Fernanda Vallejos, admite haber votado una fórmula que empobrece aún más a los adultos mayores.
Por otro lado, la crisis política que se abrió en el peronismo tras la derrota del gobierno en las PASO, aunque trajo la novedad de sectores del kirchnerismo comenzaron a hablar en contra del ajuste que viene impulsando su gobierno: lejos está de resolverse en favor de las mayorías populares. La contradicción entre relato y realidad continúa desgarrándose y se reafirma el camino de la entrega al FMI, de la mano de la derecha peronista. Juan Manzur, que en 2017 garantizó los votos peronistas a la ley macrista de saqueó a los jubilados; hoy designado como jefe de Gabinete -por propuesta de Cristina Fernández de Kirchner- se ubica cada vez más en el centro de la política nacional y de las negociaciones con los EE. UU. por la deuda odiosa, junto al ministro Martín Guzmán.
Mientras tanto, la vicepresidenta viene de dar un discurso a la juventud de La Cámpora, donde recordó el día de la lealtad, con gestos políticos hacia los poderosos. Luego de que el presidente se reuniera con grandes empresarios como Bulgheroni, Eurnekian, Mindlin y Madanes Quintanilla, y de que prometiera el fin de la prohibición de despidos en el Coloquio de IDEA. Cristina dijo: "Necesitamos esa alianza virtuosa entre trabajadores y el capital, la empresa." Allí también dedicó una parte de su oratoria a tirarse contra la izquierda, la única fuerza política que viene denunciando el ajuste desde el primer día y es la única que consecuentemente plantea el desconocimiento soberano de la deuda externa. En la misma tónica, le habló a la oposición de derecha, para buscar su cooperación: "Muchachos, pinchen los globos y pónganse a pensar qué hacemos con el país, porque un tercio del electorado votó a los extremos".
El acto político de este domingo, buscó conciliar una demanda legítima y muy necesaria -el no pago de la deuda odiosa-, con la defensa de un gobierno que viene ajustando para garantizar los pagos. Incluso la propia Cristina Kirchner viende de ratificar la orientación económica del gobierno, reafirmando a Martín Guzmán en su puesto.
El Frente de Izquierda es la única alternativa política que está dispuesta a efrentarse a los poderosos y rechazar el pago al FMI, en las calles y en el Congreso. Y por eso impulsa la movilización independiente del gobierno. Para llevar adelante esta consigna, es necesario exigir a las centrales sindicales, hoy dirigidas por gremialistas que sostienen este doble discurso, que rompan la tregua con el gobierno e impulsen la movilización. Con asambleas democráticas, para orientar un plan de lucha que contenga a todos los trabajadores: ocupados, desocupados e informales. Como dijo Myriam Bregman, "la salida a esta crisis no vendrá desde arriba sino desde abajo, con el pueblo autoorganizado”. |