Ante este mismo público, una dirección afín y renovada de su partido, mencionó también que va a derogar la reforma laboral del PP y poner punto y final a la Ley Mordaza, algo que ya sabemos que sólo se queda en promesas electorales. Que al PSOE las cuestiones materiales que hacen a la vida de la clase trabajadora y los sectores populares le importan poco es un hecho. Y esto es así también en lo que respecta a la cuestión de la prostitución.
La gran mayoría de mujeres que se prostituyen, lo hacen por las altas cotas de desempleo, la falta de trabajo digno, bien remunerado y con buenas condiciones laborales, por las profundas desigualdades a las que condena la Ley de extranjería a las mujeres migrantes, por las jornadas extenuantes que impiden la conciliación con los cuidados y en muchos casos por una historia previa de violencia crónica y estructural. También está el caso del colectivo trans para el que la prostitución es en muchos casos es la única salida para sobrevivir, en el marco de la enorme transfobia social e institucional.
Pero al PSOE todo esto no le importa, lo único que le importa es la propaganda. Llegaron al gobierno prometiendo derogar la reforma laboral del PP –por supuesto de la suya ni hablar—, pero no piensan tocar las ganancias de los grandes empresarios. Del mismo modo, no piensan tocar la ley de extranjería, al contrario, han mantenido sus medidas racistas, clasistas y misóginas.
El estado español es uno de los más importantes destinos turísticos de prostitución. El sector servicios y la patronal del ocio y la hostelería tienen mucho peso en la estructura productiva. Por otro lado, la pobreza de una buena parte de la población, y en especial la población migrante, favorecen que a muchas no les quede otra opción que la prostitución.
Es decir, al contrario de lo que pretende insinuar el PSOE y toda un ala del feminismo abolicionista y punitivista, la prostitución se mantiene porque vivimos en un sistema social y económico que no deja muchas salidas a las mujeres. Desde el bloque abolicionista se trata de cargar culpas en los consumidores de prostitución como si se tratara de un problema individual de “hombres malos” en vez de la consecuencia de un sistema capitalista y patriarcal que comercia con la sexualidad y explota a las mujeres en su beneficio. Desde esta visión, además, se borra a las prostitutas de cualquier opinión o toma de decisión. La estrategia para “abolir la prostitución” se basa centralmente en sancionar y perseguir a los clientes, pero por la misma vía, se refuerza la persecución hacia las prostitutas.
Esta actuación, como ya se ha demostrado en otros países donde se ha aplicado, no acaba con la prostitución porque no ofrece ninguna alternativa. Y lo único que consigue es acrecentar las penurias de las mujeres más precarias que no pueden alquilar un local por su cuenta, que deben ejercer en lugares más peligrosos para que los clientes no sean descubiertos y termina por lo tanto supeditando aún más a las mujeres que están en “clubs” a esa estructura para sentirse seguras.
A nosotras no nos extraña esta visión del PSOE. Es decir, si atendieran al carácter estructural de la prostitución y su relación con el capitalismo patriarcal estarían obligados a tomar medidas que pusieran en jaque los beneficios de los poderosos, y desde luego un gobierno que vela por el ibex35 antes que por las mujeres no va a traernos la solución.
Desde Pan y Rosas exigimos la derogación de la ley de extranjería, viviendas para todas las mujeres en situación de violencia de género, reducción de la jornada laboral y trabajo para todas, programas especiales para las mujeres que quieran voluntariamente salir de la prostitución, y anulación de la ley mordaza con la que también se persigue a estas mujeres, así como el fin de toda represión policial del aparato punitivo del estado.
Como feministas revolucionarias sabemos que no puede haber liberación ni de las mujeres ni de la humanidad en su conjunto bajo el capitalismo patriarcal y por eso somos abolicionistas de cualquier forma de explotación y opresión, luchamos sin descanso por abolir de una vez los sistemas que nos violentan. Pero eso, con las mujeres oprimidas autoorganizadas, nunca contra ellas.
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