Frente al repudio por el fallo que los liberaría de la prisión preventiva, la “familia policial” actúa por las redes sociales contra el padre del obrero salteño, su abogado y los pobladores solidarios.
El repudio a la decisión del juez Julio Martínez Vivot no se hizo esperar. Por las redes sociales y otros medios se multiplicaron las voces de bronca e indignación de quienes se han comprometido en todos estos años con la causa de Gualberto Solano, el padre de Daniel, del abogado Sergio Heredia y de decenas de vecinos de Choele Choel que se solidarizaron y movilizaron todo este tiempo contra la impunidad.
Casi inmediatamente, los policías involucrados en el Caso Solano, a través de sus familiares y amigos, comenzaron a hostigar y agredir por las redes sociales a quienes manifiestan su repudio a la decisión del juez y sus repercusiones nocivas para la búsqueda de justicia.
Ayer, desde la página de Facebook “Daniel Solano Presente” un grupo de vecinos de Choele Choel publicó una declaración en la que “una vez más nos vemos obligados a hacer pública la situación de impunidad que tienen los responsables del Caso Solano. Durante el transcurso de estos días, luego del comunicado donde repudiamos la liberación de los siete policías, nos vimos expuestos a agresiones por parte de quienes están a favor de su liberación. Se trata de incitaciones al odio, agraviándonos y amenazándonos en comentarios de Facebook racistas y violentos. Esto no es un hecho casual. Responde a una línea de pensamiento consensuada de quienes pertenecen a la institución policial en contra de las personas que defienden el innegable derecho a la vida y a la libertad de expresión.”
En el texto continúan diciendo que “son los mismos policías presos los que publican desde la cárcel estas incitaciones a la violencia porque, como se muestra en las imágenes, cuentan con acceso a celulares y redes sociales. Esto evidencia la complacencia del sistema judicial y carcelario hacia la institución policial. Sabemos que la comunidad del Valle Medio quiere verdad y justicia. Esta lucha no la tomamos de manera personal sino contra las prácticas institucionalizadas de violencia policial y su impunidad.”
Finalizan agradeciendo “el apoyo que hemos tenido de la comunidad del Valle Medio que se solidarizó en esta situación con la familia Solano. Juicio ya, cárcel común a todos los responsables.”
Días antes, en un comunicado de prensa titulado “No a la impunidad de los responsables de la desaparición de Daniel Solano” Cecilia Carrasco, candidata rionegrina al Parlasur por la lista 1A Renovar y Fortalecer el FIT, manifestó que este caso “es la punta del ovillo del gran entramado de la red de explotación agraria. Daniel era un trabajador golondrina de Tartagal, Salta. Allí lo reclutó (por un pago que resultó ser un engaño) una empresa contratista que hoy sigue funcionando pero con distinto nombre: Trabajo Argentino. Daniel terminó junto a otros compañeros en pequeñas casillas, hacinados y cobrando una miseria. Y por organizarse y denunciar esta situación lo desaparecieron. Y aun hoy prevalecen los privilegios para ellos y la institución.”
Inmediatamente quienes reprodujeron ese comunicado también comenzaron a ser agredidos desde las redes sociales.
Entre las agresiones e insultos contra quienes exigen justicia por Daniel Solano se pueden leer cosas como las siguientes:
“Estos giles repiten lo que dice el payaso de Heredia..”
“Gente de porquería..Ignorantes de mierda los manipula como kieren y ellos ahí como idiotas repitiendo pavadas q no tienen ni idea...”
“Roca se olvidó de pasar por ciertos lugares y terminar de limpiar los indios que quedaron... ahora son estas cosas... se reproducieron...”
“Hdp los unico q apoyan esto son los faperos y mierda q hay, pero en la vida todo vuelve, dudo mucho q sea mucha gente m rio d janeiro”
La investigación del abogado Sergio Heredia logró identificar con nombres y apellidos hasta el último de los eslabones que forman parte de esta enorme cadena de impunidad, tanto empresariales, policiales, judiciales como políticos. Entre ellos figuran los siete policías que en 2012 fueron detenidos por la justicia, pese a todos los intentos por salvarlos, y que hoy quieren volver a la carga, quizás cobrándose venganza por haber sido expuestos como parte del entramado criminal.
La lucha de los familiares y vecinos de Daniel Solano cobra una nueva dimensión. El padre de Daniel, Gualberto, manifestó su decisión de volver a encadenarse en el juzgado de Choele Choel y comenzar una huelga de hambre.
Mientras tanto, quienes no aportaron nunca nada para esclarecer el caso y, por el contrario, se burlan y disfrutan con el sufrimiento de una familia obrera diezmada, esta semana encontraron una nueva oportunidad de descargar su odio y su cinismo contra quienes buscan verdad y justicia.