Hace 36 años, los directores Hayao Miyazaki e Isao Takahata fundaron el estudio que supuso un antes y un después en la historia de animación japonesa. Te traemos una selección de los mejores trabajos que mostraron otra mirada sobre el anime.
Para el universo cinematográfico, Studio Ghibli es sinónimo de calidad, entre muchas otras cosas. Considerado por la crítica como uno de los mejores estudios de animación del mundo, seis de las películas que llevan su sello son parte de las 10 películas de anime más taquilleras de la historia de Japón.
Fundado en 1985, la idea original de Miyazaki, Takahata y el productor Toshio Suzuki fue brindarle una mirada más de autor a las animaciones que comercialmente se realizaban y por eso lo llamaron Studio Ghibli, una palabra italiana que hace referencia al “viento caliente del Sahara” en relación a los nuevos aires que le querían imprimir a la cultura del anime. El primer largometraje que hicieron fue Nausicaä del Valle del Viento, una aventura de fantasía post apocalíptica basada en un manga del mismo nombre publicado por Miyazaki. Gracias al éxito, comenzaron a emprender la idea de tener su propio estudio, que al día de hoy ya tiene más de 20 producciones, publicidades y cortometrajes.
Sus protagonistas suelen vivir historias que los llevan a experimentar situaciones inusuales, muchas de ellas con una fuerte carga poética y emotiva donde terminan encontrando fortalezas propias. En este contexto, ningún villano lo es en un sentido tradicional sino que también son personajes que pueden causar hasta ternura ya que se los comprende en el marco de su propia historia.
10) El Castillo en el Cielo (Tenkū no Shiro Laputa, 1986)
Dirigida por Hayao Miyazaki, es considerada como la primer película realizada y producida oficialmente por el estudio. Cuenta las aventuras de Pazu y Sheeta, dos chicas que buscarán evitar que una antigua piedra mágica caiga en manos de un grupo de agentes militares que quieren usarla para llegar a una isla flotante. Fue ganadora del Animage Anime Grand Prix de 1986.
9) La Tumba de las Luciérnagas (Hotaru no Haka, 1988)
Fue la primera película dirigida por Takahata con Studio Ghibli y el tercer largometraje del estudio. Está basada en la historia corta homónima del autor Akiyuki Nosaka publicada en 1967 sobre sus recuerdos y experiencias de la Segunda Guerra Mundial y es considerada como una de las mejores y más poderosas películas sobre la guerra.
8) Porco Rosso (Kurenai no buta, 1992)
Con el estudio ya consolidado en la industria, Miyazaki se juega hablando de una historia que ocurre en el período de entreguerras italiano, gobernado por Mussolini. Debido a un hechizo, un experimentado piloto militar italiano comienza a tener apariencia de cerdo tras ver morir a uno de sus compañeros en plena batalla. Con su hidroavión rojo, pasará a autodenominarse como Porco Rosso (cerdo rojo) y a convertirse en un cazador de recompensas. Fue número uno de la taquilla japonesa en su primer fin de semana en cartelera y es considerada como una de las mejores películas de animación de la historia.
7) El Castillo Ambulante (Howl no Ugoku Shiro, 2004)
También dirigida por Hayao Miyazaki, está basada en la novela homónima de la escritora británica Diana Wynne Jones. Sophie es una joven sombrerera que es víctima del hechizo de una bruja y que decide ir al castillo ambulante, habitado por el mago Howl, para encontrar una solución. En 2013, Miyazaki comentó que la película era su creación favorita, explicando que "quería transmitir el mensaje que la vida vale la pena vivirla, y no creo que haya cambiado".
6) Ponyo (Gake no ue no Ponyo, 2008)
Una criatura marina similar a un pez dorado llamada Ponyo conoce y se hace amiga de Sōsuke, un nene de cinco años. El deseo de Ponyo es convertirse en una nena. Si hasta acá la historia te resulta conocida es porque está basada libremente en La Sirenita, la famosa historia de Hans Christian Andersen llevada al cine por Disney. Recaudó más de $ 201 millones de dólares a nivel mundial, ganando también varios premios, incluyendo el Premio de la Academia Japonesa a la mejor película de animación del año.
5) El recuerdo de Marnie (Omoide no Mānī, 2014)
Dirigida por Hiromasa Yonebayashi, está inspirada en la novela adolescente de la escritora Joan G. Robinson. Cuenta la historia de una nena que tiene pocos amigos, es solitaria y con problemas de asma que es enviada por su familia a la casa de unos tíos. Allí conocerá a Marnie y su mágico mundo. La película fue nominada para el Óscar a la mejor película de animación de 2016, compitiendo contra Anomalisa, El niño y el mundo, Inside Out y Shaun the Sheep Movie.
4) Kiki: Entregas a domicilio (Majo no Takkyūbin, 1989)
Basada en una novela para chicos, es la transición de una nena llamada Kiki a la vida adulta. Fue la primera película de Studio Ghibli en ser conocida internacionalmente, ya que fue la primera película en ser distribuida por la compañía Disney.
3) La Princesa Mononoke (Mononoke Hime, 1997)
La historia se centra en la lucha entre los guardianes sobrenaturales de un bosque y los humanos que profanan sus recursos. En realidad, “Mononoke” no es un nombre, sino una descripción que puede ser traducida en este contexto como «espíritu vengador»; por lo que el título de la película literalmente podría traducirse como La princesa de los espíritus vengadores. Fue un éxito de taquilla casi instantáneo, teniendo a su vez una repercusión mediática excepcional, convirtiéndose así en la película de mayor recaudación en Japón de 1997.
2) Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988)
Cuenta la historia de una familia y sus interacciones con un espíritu del bosque al que llaman «Totoro», en un Japón de la posguerra. Mi vecino Totoro ganó el premio Anime Grand Prix de Animage, el Mainichi Film Award y el Kinema Junpo Award en la categoría de «Mejor película» en 1988. El éxito fue tal que la película y su personaje Totoro se han convertido en iconos culturales, de hecho Totoro se convirtió en el logotipo de Studio Ghibli.
1) El Viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi, 2001)
Es la película más taquillera de la historia de Japón. Miyazaki basó la historia en la hija de un amigo y la llenó de características propias basadas en la belleza de las imágenes y en una gran carga de simbología oriental como crítica a la creciente globalización japonesa y a la pérdida de su propia identidad cultural. Fue ganadora del Oso de Oro de Berlín y del premio Óscar a la Mejor Película Animada de habla no inglesa en 2002.