El viernes 29 de octubre se cumple un año del desalojo a la recuperación de tierras en Guernica, la respuesta del gobierno ante la falta de vivienda, trabajo y la violencia machista fue la represión ordenada por Axel Kicillof y comandada por Sergio Berni.
Fueron cientas las fotos y vídeos que recorrieron los canales de TV y la redes sociales, con las mujeres y sus hijos escapando de los gases y balas de goma. La valentía de estas mujeres fue enorme y se mantiene hasta el día de hoy, y ante las promesas incumplidas por parte del gobierno provincial y el ministerio de Desarrollo dirigido por Larroque, vuelven a salir a las calles.
Hoy las mujeres de Guernica denuncian que el gobierno provincial viene incumpliendo las actas que ellos mismos firmaron y que establecen que debían empezar a otorgar lotes con servicio en el mes julio, pero hasta el día hoy, solo tienen promesas sin garantías claras. Por eso invitan a al movimiento de mujeres, a los Centros de estudiantes, a las trabajadoras y trabajadores en lucha y organizaciones políticas, sociales y sindicales, a acompañarlas este viernes a las 8:30 en el Puente Pueyrredón.
Aprendieron que los derechos se conquistan organizadas y luchando. Confiando en su propia fuerza, y siendo muchas de ellas madres solteras, trabajadoras de casas particulares, jóvenes desocupadas, víctimas de violencia, pusieron en pie la Comisión de Mujeres de Guernica y alzaron su voz dentro y fuera de la toma. Así se transformaron en un ejemplo para millones de mujeres en todo el país que, como ellas, hoy sufren las brutales consecuencias de la crisis económica y social. Mientras su ejemplo logró cosechar la solidaridad de referentes del movimientos feministas., ésta no fue la actitud del feminismo ministerial. Por el contrario, Elizabeth Gómez Alcorta (a cargo del ministerio de Mujeres, Género y Diversidad de la Nación) y Estela Díaz (a cargo del ministerio de la provincia de Buenos Aires), llegaron a decir en un comunicado que emitieron ante el brutal desalojo en 2020, que “más del 80 % de las familias que allí estaban hicieron auto desalojo voluntario”, justificando la represión a las familias y niñes.
Las consecuencias del desalojo en las vidas de las mujeres de Guernica fueron concretas. Este año, a pocos días del 3J por Ni Una Menos, Ayelén Jara Gutiérrez de 20 años y mamá de un hijo de un año, fue víctima de un femicidio. Luego del desalojo, como muchas otras vecinas, vivía en una casa prestada en el barrio San Cayetano de Quilmes. El marido de su amiga fue quien la asesinó.
Las cartas que habían mandado las mujeres a las Ministras, advirtiendo que estas situaciones podían pasar, si no se les otorgaba una tierra y vivienda para estar con sus hijos, no encontraron respuesta. El femicidio de Ayelén se podría haber evitado. El gobierno tiene que cumplir con lo que firmó, necesitan tierra y vivienda ya.
El de Ayelén es el ejemplo más contundente del abismo que existe entre los pasillos y oficinas de los ministerios y la realidad de las mujeres en nuestro país. En la provincia de Buenos Aires hay solo 57 dispositivos territoriales de protección con una capacidad para albergar a 643 personas. Además el presupuesto que se destinó a la deuda pública es 100 veces más que el presupuesto nacional que se destinó para el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad que en 2021 es 6.204.800 pesos.
El viernes que viene, ninguna duda: volvemos al Puente Pueyrredón para decir bien fuerte Ni Una Menos sin Vivienda.
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