En la playa del Morro Ayuta ubicada en la región del Istmo de Tehuantepec hallaron a 300 tortugas golfinas hembra muertas. Hasta el momento un grupo multidisciplinario del Centro Mexicano de la Tortuga (CMT) investigan las causas, descartan que lo haya provocado alguna sustancia tóxica o algún elemento patógeno, sin embargo, la hipótesis que mantienen es que los galápagos quedaron atrapados por redes fantasma que los pescadores suelen dejar intencionalmente para retener a otras especies.
La playa del Morro Ayuta es conocida por la llegada de tortugas golfinas cada 28 o 30 días, especie que ya es considerada como una especie en peligro de extinción. Aunque –supuestamente- las autoridades mexicanas la hayan declarado como un área natural protegida, el turismo, la pesca y la caza ilegal de huevos y carne de tortuga siguen vigentes.
Las jugosas ganancias que genera el turismo son para los empresarios y no para las y los trabajadores de este sector que viven la explotación y precarización laboral, asimismo, los recortes presupuestales que sufren las comunidades de las entidades marginadas como en Oaxaca y la nula respuesta de las autoridades en preservar a las especies ocasiona que persistan actividades como la caza ilegal.
La cuestión de protección del medio ambiente no se reduce al ámbito individual o a medidas que solo maquillan la destrucción del ambiente o a impulsar un “capitalismo verde”. La respuesta se encuentra en impulsar medidas drásticas y urgentes que no dependen del gobierno y de los empresarios, sino está en manos de las comunidades y de los sectores de la clase trabajadora.
Para defender la biodiversidad y la naturaleza hay que planificar la economía de forma racional y democrática para no sobre explotar los recursos y para salvar a las especies en peligro de extinción, como decía Rosa Luxemburgo, cuando hablamos del futuro para la humanidad y el planeta, las alternativas son socialismo o barbarie. |